El Departamento de Cohesión Territorial, a través de la Dirección General de Obras Públicas e Infraestructuras, ha finalizado los trabajos de reparación y mejora del firme en dos carreteras de Sakana: la vía NA-120, entre el puerto de Lizarraga y Etxarri Aranatz, y la autovía A-10, entre Lakuntza y Altsasu.

Las obras, adjudicadas a la empresa Asfaltos de Biurrun S.A., han contado con una inversión de 950.000 euros y han finalizado recientemente. Los trabajos han consistido en el refuerzo del firme de los tramos del punto kilométrico 31+000 y 38+000 de la NA-120 (Estella-Beasain) y los pk 15+500 y 29+500 de la Autovía de la Barranca.

NA-120, de Lizarraga a Etxarri Aranatz

Los trabajos han comenzado por el túnel de Lizarraga, en la carretera NA-120, que presentaba una calzada con el firme agotado, deformidades y un deterioro en la unión de las capas. Para su adecuación, se han realizado labores de fresado, reposición del firme y extendido de una capa de rodadura.

Posteriormente se han realizado trabajos de renovación del firme en la zona de carretera comprendida entre los municipios de Lizarraga y Etxarri Aranatz. En total se han empleado más de 7.200 toneladas de hormigón bituminoso, que combina betún asfáltico, áridos y granulometría continua. Esta actuación ha contado con una inversión de 560.000 euros, IVA incluido.

La carretera NA-120 conecta Estella con Gipuzkoa a través de Sakana. En el tramo en el que se ha actuado, la vía presenta un tráfico medio de 916 vehículos al día, con un 5% de transportes pesados, según los datos de aforo de la Red de Carreteras de Navarra en 2020.

Autovía A-10, de Lakuntza a Alsasua

Por su parte, los trabajos en la Autovía de la Barranca se han realizado en diversos tramos comprendidos entre los kilómetros 15+500 (Lakuntza) y 29+500 (Altsasu), así como el enlace de Etxarri Aranatz a la altura del pk 19+700.

En estos puntos se detectó un firme agotado con presencia de deformidades en la zona de contacto entre el neumático y el pavimento, las conocidas como roderas, y un deterioro en la cohesión del conjunto de las capas que presentaba levantamiento de pavimento y formación de baches.

Las obras han consistido en un fresado de la calzada, reposición del firme y ejecución de la nueva capa asfáltica. En este caso se han empleado cerca de 4.400 toneladas de mezcla bituminosa en caliente. Esta actuación ha dispuesto de una inversión de 390.000 euros, IVA incluido.

Cabe recordar que la A-10 registra un tráfico de 14.000 vehículos al día, de los que un 14% se corresponde con vehículos pesados.