El retrete también tiene su día, el 19 de noviembre, una efeméride establecida por la Organización de Naciones Unidas para poner el foco en la problemática de los atascos en las tuberías por arrojar productos domésticos. Así, Nilsa celebró el viernes el Día mundial del WC en el colegio público Atakondoa de Irurtzun con diferentes actividades a lo largo de la amañana con el objetivo de concienciar al alumnado sobre la necesidad de arrojar únicamente papel higiénico por los desagües.

Precisamente, uno los puntos de Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, en concreto el sexto, aborda el saneamiento, tal y como señalan desde Nilsa. Si bien esta sociedad pública lanzó en 2017 y 2019 campañas de concienciación ciudadana para advertir sobre los efectos negativos de la toallitas húmedas, junto con la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona, a día de hoy la empresa responsable del saneamiento sigue contabilizando una media de mil incidencias o averías al año a causa de atascos. También se encuentran pañales, compresas, bastoncillos, algodones o preservativos.

“Se trata de productos que deben ir a contenedor de resto, aunque numerosos envases indiquen que son biodegradables”, explicó Edurne Arkotza, monitora de Nilsa. Y es que el problema radica en que su biodegradabilidad requiere un tiempo de más días que el tarda en hacer el recorrido por los desagües. “Causan los mayores y más costosos atascos en tuberías y en las redes municipales de alcantarillado, además de obstruir las entradas de las depuradoras”, destacó.

La actividad se impartió en euskera y castellano a alumnado de primero y segundo de Primaria así como de una Unidad Curricular Especial, en torno a un centenar de escolares. Las monitoras del programa educativo de Nilsa incidieron en que ningún elemento, aparte de papel higiénico, debe terminar en las tuberías domésticas, escolares o de cualquier otra infraestructura. Al respecto, desgranaron otros productos que son muy dañinos para el medio ambiente y las propias instalaciones, desde aceite y restos de comidas, hasta lejías, pinturas y barnices, pasando por medicamentos, productos de limpieza doméstica y colillas de tabaco.

Jugando con el agua virtual

El alumnado de la Unidad de Currículo Especial participó en el juego del agua virtual, que mide el agua requerida para la producción y comercio de alimentos y otros productos. Se trata de un concepto relativamente nuevo que ayuda a trabajar otros más complejos como la huella hídrica, explicó Arkotza. “Posiblemente nunca nos hemos preguntado cuánta agua se necesita para generar la carne que comemos o mantener limpia la ropa, lo cual puede ser debido a la creencia de que vivimos en una región con gran abundancia de agua”, observó. “Sin embargo, debido al crecimiento y al desarrollo tecnológico, industrial y de servicios, cada vez incrementa más la demanda de mayores volúmenes de recursos naturales, incluyendo el agua”, abundó.

En el día del WC también pusieron en valor el retrete, un instrumento de salud pública porque evita la transmisión de enfermedades. En la actualidad más de 4.200 millones de personas viven sin servicios adecuados. Se traduce en el fallecimiento diario de una media de mil niños y niñas a causa de enfermedades diarreicas, ocasionadas por bacterias, virus y parásitos que producen infecciones del tracto digestivo y se origina a causa de la defecación al aire libre.

Por otro lado, se explicó la importancia del tratamiento de aguas residuales. Si bien en Navarra es del 98%, uno de los porcentajes más altos de la Unión Europea, la media mundial es del 80% de aguas sin depurar, con los devastadores efectos contaminantes que supone.