El pastoreo es una actividad ancestral en la zona del Plazaola, un modo de vida ligado al territorio en el que las mujeres han sido y son el pilar fundamental aunque a menudo en la sombra. Por ello, con el fin de dar visibilidad y reconocimiento al trabajo de las mujeres pastoras, las queserías asociadas al Consorcio Turístico Plazaola junto con la Oficina de Turismo de Lekunberri , el propio consorcio así como los ayuntamientos de Lekunberri y Larraun organizaron el sábado la primera edición del Emakume Artzainen Eguna, un día para homenajear a pastoras y productoras de quesos, de antes y ahora, de Larraun-Lekunberri.

Eran 32 pastoras en total, la mitad jubiladas y la otra mitad en activo. La lista comenzaba con Rosa Sala Ezkurra, de Albiasu y continuaba con Mª Ángela Barberia Goikoetxea, Lourdes Barberena y Mª Dolores Barberena Etxarri, de Aldatz; Bittori Eguzkiza Pérez, Maite Aztiz Eguzkiza y Antonia Galarza Arangoa, de Alli; Jesusa Eguzkiza Gorriti, de Astiz; Felisa Pérez Iribarren, de Azpirotz; Nicasia Arangoa Saigós, Antonia Azpiroz Iriarte, Nagore Hernández, Inés Iturbe y Olaia Huarte, de Baraibar y de Errazkin Amaia Argiñarena Zubillaga y Belén. De Etxarri eran Maritxu Etxarri Ugalde, Elena Elizalde Sorabilla y las hermanas Izaskun e Idoia Olaskoaga Etxarri. Por otro lado, de Gorriti eran Mª Teresa Ciraco Otamendi, Mª Jesús Bengoetxea, Esther, Itziar y Arantxa y de Iribas Mª Jesús Arraztio Arraztio y Begoña Arbillaga Azpiroz.

La lista continuaba con las pastoras de Lekunberri: Inmaculada Lanz Landa, Karmen Lanz Landa, Juanita Arraiago Hernandorena y Lourdes Igoa Aldaia; Kandi Huarte Oskotz, de Madotz; Sagrario Berasain Azpiroz y por último, Manoli Olaetxea Iturbe y Ane Alustiza Azurmendi, de Uitzi.

“Han estado las que han sido y han venido las que son”, observó Idoia Olaskoaga, de Bikain Gaztak, quesería familiar de Etxarri, y una de las promotoras de este emotivo encuentro. “Después de dos años, nos hemos vuelto a ver. La pandemia, el trabajo de casa y el ganado atan mucho. Era el momento”, observó esta pastora que reivindicaba el “pastoreo afectivo”. Al respecto, explicó que “es el que hemos recibido de nuestras abuelas y amatxos y es la forma que queremos transmitir a nuevas generaciones”.

Asimismo, ponía en valor el oficio como una forma de vida que ayuda a mantener los caseríos y los pueblos, e incidió en la importancia de los cuidados. “La palabra artzain la forman otras dos, oveja y guardián. En el caso de las mujeres los cuidados no acaban nunca. Por ello, se debe comenzar por una misma. Cuidémonos para cuidar”.

Mesa redonda con las pastoras veteranas

En esta cita, que nace con vocación de continuidad en el resto de las zonas de Mendialdea, quisieron dar voz a las pastoras veteranas, trabajadoras incansables en un sinfín de tareas, tanto en el manejo del ganador como en la elaboración del queso y la venta, entre otras. Si bien costó que cogieran el micrófono, poco a poco comenzaron a contar cómo era su trabajo y anécdotas, diferentes historias que compartían muchas vivencias en un oficio duro pero también con muchas satisfacciones. Muchas llegaron por tradición familiar, según contaban. Y es que para la mayoría era lo que vieron en casa, un trabajo que comenzaba como un juego, arrimando los corderos a las ovejas para que mamasen.

La primera en hablar fue Karmen Lanz, quién recordó que con 13 años fue de criada a Araitz y durante tres años, se encargó del rebaño. “Fui pastora. Menos queso hacía de todo, ordeñar, las hierbas… No había un momento de descanso”, recordaba. A María Jesus Arraztio le tocó más elaborar queso. “En casa había ocho hombres, aunque hacía de todo. Entonces no había maquinaria y todo era mano”, observó. “Era una vida muy dura. No la quería para mis hijos”, aseguraba Sagrario Berasain. No obstante en algunos casos la tradición familiar ha tenido continuidad. Era el caso de Nikasia Arangoa, de 76 años, que continúa en activo junto con su hijo.

En el homenaje también participaron Gotzone Sestoriain, de la asociación de baserritarras Habelarte; la consejera de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, Itziar Gómez; el alcalde de Larraun, Mikel Huarte; María Jesús Ayestarán, concejal de Lekunberri; Lorea Lasarte, edil de Larraun, quienes entregaron a las homenajeadas un eguzkilore en forma de broche.

El queso fue el otro protagonista de la mañana, con el corte simbólico del primer queso de la nueva temporada Idiazabal así como una cata guiada por Joserra Agiriano, experto de la DO Idiazabal. Asimismo, hubo pinchos de quesos y croquetas de Idiazabal en una pequeña feria en el entorno de la estación del Plazaola.