aibar/oibar - Acaba de iniciar un camino que en principio le ha llevado desde Aibar a Madrid, donde desarrolla su labor en el campo de los efectos visuales para cine y televisión. Pero vaya a donde vaya, Iker Ibero Iriarte (Pamplona, 8-12-94) es uno de esos jóvenes que no se desliga de sus orígenes. “Me siento muy aibarés, siempre aibarés”, repite bien convencido.

En Aibar tiene su familia y su cuadrilla, jóvenes como él repartidos labrando su porvenir. Con ellos ha compartido las recientes fiestas, anunciadas con su cartel, una vez adquirido el compromiso de colaboración con el Ayuntamiento. “Me lo propusieron y para mí es fácil hacerlo. Es mi manera de colaborar con el pueblo y lo hago con ganas”.

Así que el de este año ha llevado la imagen y la firma de este joven diseñador que, tras pasar por la ikastola de Sangüesa y el instituto Iturrama, se formó durante tres años en el centro Crea Navarra en el campo del desarrollo y diseño de videojuegos. En él se le presentó la oportunidad de pasar al Centro de Estudios de Nuevas Tecnologías Audiovisuales (CENTA) en Donostia, para realizar un máster de efectos visuales para cine y televisión (VFX).

Tras un año en la capital guipuzcoana, llegó la oportunidad de hacer las prácticas en Madrid, nada menos que en El Ranchito, empresa de postproducción digital y efectos visuales, que ha trabajado, entre otros proyectos, para Juego de Tronos.

En julio de 2016 se instaló en la ciudad, y pronto descubrió el amplio abanico que abarcaba la empresa: desarrollo de efectos visuales en cine, series o publicidad. A las prácticas le siguió el contrato y, casi directamente, pasó al equipo de Juego de Tronos, la famosa serie de televisión estadounidense que combina fantasía medieval, drama y aventuras. “En sí la elección me hizo ver que había trabajado bien, fue algo muy gratificante. Confiaron en mí para ese trabajo, un estímulo muy grande”, declara.

Hablar con Iker hace tomar conciencia de la cantidad de personas que hay detrás de una imagen en esta famosa serie y en cualquier otra que requiera modelado en 3D. A él le ha servido para aprender cómo es una cadena de montaje en su campo. Considera su trabajo muy creativo y artístico. “Consiste en darle forma 3D a un dibujo, algo que no siempre se ve y se entiende. Llegan los planos de rodaje y los tenemos que completar con los elementos en 3D”, explica.

“En Juego de Tronos hay elementos importantísimos y otros que pasan desapercibidos, pero que si no están los echas en falta”, añade, y después cita ejemplos como los dragones y, en concreto de la séptima temporada, la que a él le ha tocado, el caballo del caminante blanco, la multitud de estos seres, la lanza o las cadenas. “Son horas de dibujo y retoques y el resultado aparece después difuminado a veces en la niebla”, reconoce.

A pesar de todo, formar parte del equipo de esta famosa serie ha sido para él un premio. “Si me lo llegan a decir hace cuatro años, no me lo creo. Para mí es disfrutar, ni siquiera lo considero trabajo”, expresa.

Reconoce que formar parte del proyecto de Juego de Tronos le dio mucha responsabilidad, y le produjo la presión al sentir el peso de que su trabajo lo vería mucha gente. En este sentido, el apoyo de compañeros que habían trabajado en la temporada anterior fue total, y la comunicación con el equipo, “constante”, subraya.

Formar parte de la esperada temporada además, le ha dado juego este verano entre los suyos, aunque no podía revelar detalles. “Para mí no hay otra serie tan bien hecha que combine fantasía y realidad. La calidad es espectacular, mantiene la intriga y engancha. Es creíble. Cuando algo está bien hecho, el ojo lo agradece”.

el FUTURO Iker Ibero sabe que la oferta de Madrid es grande, pero tiene claro que tras hacer un Máster en Realidad Aumentada, volverá a su tierra para trabajar en dos proyectos futuros definidos en el campo del turismo y de la enseñanza.

Es un joven emprendedor con ideas claras a corto plazo. “Me gustaría montar una empresa de realidad aumentada y publicidad en Navarra”. Confía en que nuestra comunidad se mueva pronto en este mundo de una manera estable. Siente la necesidad de impulsar la actividad aquí, es su ilusión, y tratará de conseguirla