- "Este es el banco de la amistad que hemos creado el alumnado de la Escuela de Otsagabia para que tú te sientas bien. Es un banco perfecto para cuando sientas tristeza o soledad. Si la gente ve que te sientas aquí, se acercará a ti y hará cualquier cosa para que recuperes la felicidad. ¡Disfrútalo!".

Esta es la inscripción de los bancos de la amistad que lucen en cinco pueblos del Valle de Salazar, una iniciativa llamativa y novedosa que partió del colegio de Ochagavía y que se ha llevado a cabo con la colaboración de su Ayuntamiento, así como de los ayuntamientos de los pueblos que se han sumado a ella.

La idea surgió en el colegio, a raíz de un caso concreto con alumnado de Primaria. "Profesorado y cuidadoras del comedor fuimos conscientes de la problemática que teníamos con un grupo de este nivel y quisimos intervenir", recuerda la profesora Nuria Eseverri Esain.

Al fin y al cabo, "¿quién no se ha sentido alguna vez solo o sola en todas las fases de la vida?" reflexionaron. Dado que esta realidad es muy común en la sociedad, desde el colegio trataron de conseguir reducir el número de personas que se sintieran afectadas por este sentimiento, o intentar ayudar a las que lo padecieran en un momento dado.

La comunidad educativa se lanzó al nuevo proyecto y le llamaron "El banco de la amistad", un lugar donde encontrar ayuda. Es una manera de tratar y asumir con naturalidad la soledad o la tristeza. Sentándose en estos bancos, se da a entender que ese es el estado de ánimo que se vive en ese momento y da pie a que otras personas se acerquen y a poder compartir esos sentimientos.

Para llevar a cabo este proyecto, el colegio ha repartido diferentes bancos por los pueblos del valle. Bancos que ha diseñado el alumnado de 1º y 2º de Primaria de acuerdo a un diseño elegido por votación plural e intergeneracional, ya que en ella han tomado parte además del alumnado, profesorado, personal del comedor y de la limpieza del centro educativo y Eutsi (grupo de envejecimiento activo del Pirineo). "Queríamos recalcar que el colegio de Ochagavía y Eutsi colaboramos juntos en varios proyectos y vimos la oportunidad de hacerles partícipes porque muchas veces son las personas mayores las que sienten mayor grado de soledad", explica Nuria Eseverri.

Añade que la idea inicial era pintarlos entre todas las personas que se ofrecieran pero, a causa de la pandemia, se ha quedado en una actividad del centro, en el que han tomado parte todas las edades.

El colegio se siente agradecido a los pueblos colaboradores por apoyar su proyecto de alegres bancos coloridos que se prestan a algo más que a hacer un alto en el camino.