Navarra Suma se quedó sola en el pleno al aprobar la plantilla orgánica de 2022 que contó con el voto en contra de la oposición, no tanto por los cambios que se han realizado para el año que viene como por que la base es la de 2021 que amortizó 10 puestos de trabajo y está inmersa en numerosos procesos judiciales. De hecho hay 11 recursos abiertos: 8 de alzada ante el TAN, 2 de reposición y un recurso al tribunal de los social.

Tanto I-E como PSN mostraron su crítica por la falta de diálogo del equipo de gobierno con sindicatos y trabajadores. “Las modificaciones nos parecen oportunas”, apuntó Olga Risueño (I-E), si bien recordó que se basa en plantillas de años anteriores a las que se opusieron. “No es que haya habido un recurso contra la plantilla alguna vez, se ha evidenciado una profunda discrepancia de varios sindicatos. Toda esa discrepancia evidencia falta de negociación y consenso. En ésta vemos menos problemas no sabría si porque los cambios más dañinos ya están hechos o porque Navarra Suma quiere tener un último año más tranquilo”.

Respecto a la defensa que realizó Pedro González de la plantilla, señalando que respondía al cumplimiento de su programa, Risueño contestó señalando que “¿su plantilla responde a su idea de ciudad?, no creo que estuviera en sus promesas subir los puestos de libre designación y el sueldo de la secretaria del alcalde”.

A este respecto la portavoz de I-E recordó que en 2021 la premisa que se dio a las direcciones de áreas fue la de “reorganizar el servicio, que no suponga incremento de personal y en la medida de los posible reducción de puestos de trabajo y del coste económico. Esto chocaba bastante porque venimos de un incremento en que se subía un 80% para el gabinete de alcaldía, un 60% de los puestos de libre designación. En 2020 se incrementaba el coste de personal con sus sueldos y en 2021 se quiere reducir la plantilla”, concluyó.

Por su parte, Ángel Sanz, portavoz socialista, incidió en el coste que tienen los puestos de libre designación y recordó que la plantilla se encuentra recurrida e incluso el Consistorio ha perdido un juicio al declarar “improcedente” uno de los despidos, lo que le supondrá un coste de 64.000 euros a las arcas municipales. “No apostamos por la creación de la Jefatura de Gabinete, que con la aplicación de un 2% de subida este año nos va a costar a los tudelanos 50.403,99€ , tampoco con el aumento del sueldo de libre designación de la secretaria de alcaldía, que paso de 28.190€ en la pasada legislatura a los 35.809,39€ de 2022”.

Sanz recordó las amortizaciones de plazas que, una vez realizadas, debieron rectificar, como en el caso de la veterinaria. “Justo en un momento de crisis sanitaria, en dónde la labor de los veterinarios , sobre todo en materia alimentaria era más que necesaria. Cuando se dieron cuenta de la que les venía encima, recularon y demostraron una vez más su pésima gestión y debieron sacar de nuevo la plaza a la oferta pública de empleo”.

El portavoz socialista puso como ejemplo de la desorganización de las áreas una nota escrita por el área de Promoción de la Ciudad, “la concejala de festejos ha manifestado, continuamente la necesidad de disponer de un oficial administrativo (no tenemos técnico de festejos) con dedicación de toda su jornada a la situación actual, compartida con Rúa, está provocando problemas de organización y atención a su trabajo”. Por último indicó que se ha abierto una inspección laboral para determinar si hay irregularidades en el tiempo de trabajo en Tudela Cultura y se ha iniciado procedimiento sancionador.

Por su parte, el edil de Personal, Pedro González acusó a la oposición de estar anclados en las mismas críticas “discutiendo siempre sobre la plantilla de los años pasados”, ya que a su juicio “las plantillas son una situación viva. El PSN habla de que es poco ambiciosa, quizás es ser ambicioso tener 105 personas nombradas a dedo como el Gobierno de Navarra. La plantilla responde a lo que prometimos en las elecciones”. González afirmó que el equipo de gobierno “nunca hace las cosas creyendo que pasa por encima de los derechos de los trabajadores”.