Pablo Alonso Paz se ha vuelto este mediodía a enfundarse el traje bicolor de Judas para celebrar esta fiesta tan particular de la celebración de Semana Santa de Cabanillas, una de las más diferentes de toda Navarra. Es la tercera ocasión desde 2018 que este joven cabanillero representaba el ajusticiamiento de Judas, después de que en 2020 y 2021 no se pudiera llevar a cabo. También por este hecho, las romanas, han sido más numerosas porque no solo han participado las quintas a las que tocaba, sino también las de 2020 y 2021 que se habían quedado sin poder celebrar uno de los días más festivos y celebrados de este municipio.

Como es tradicional, Judas (Pablo Alonso) ha corrido, saltado, trepado, descendido, secuestrado, robado y raptado a todo lo que se ha cruzado en su camino para tratar de huir de la columna romana que tratan de prenderle durante alrededor de 15 minutos por las casas, garajes y balcones de la plaza del Ayuntamiento de Cabanillas. Alonso ha sorprendido persiguiendo a los romanos con un toro simulado de los de encierros para niños, pero también secuestrado al capitán de la columna. Tras la persecución, el capitán ha leído las coplas que se recitan cada año para recordar qué ha hecho cada uno de los integrantes de la columna durante el año.

Historia

La persecución de Judas es un acto organizado por El Santo Sepulcro, uno de los tres pasos de Cabanillas. Su origen se remonta a 1891, fecha en la que se creó dicha cofradía. Esta persecución es el acto de mayor tradición del pueblo sin embargo, en 1963 dejó de organizarse durante 15 años por la oposición de algunos religiosos. Después de muchos trabajos y gestiones, en 1977 volvió a realizarse gracias a la iniciativa de los jóvenes del pueblo. Desde su reanudación, la persecución de Judas se ha mantenido fiel a la tradición y sólo ha sufrido pequeños cambios. Por ejemplo, el acto redujo su escenario a la plaza del pueblo y los romanos empezaron a ir a pie. Antes los personajes recorrían varias calles, e incluso todo un barrio, y por eso usaban los animales para desplazarse.