La ampliación de la autovía A-15 desde Tudela a Soria, uno de los principales proyectos que prevé recoger el IV Plan Director de Carreteras de Navarra, actualmente en fase de redacción, requerirá una inversión del orden de 120 millones de euros y como otras obras justifica para el Gobierno al necesidad de peajes al tráfico pesado. Desde que en 1989 se anunció su construcción para 1995 se han incumplido numerosas previsiones. También en la Comunidad Foral, de hecho, el último Plan Director de Carreteras, señalaba que en 2018 ya debía estar en uso. Ambas erraron y su conclusión sigue sin fecha.Así se lo ha avanzado el consejero de Cohesión Territorial, Bernardo Ciriza, a los alcaldes de la Ribera en un reunión mantenida este lunes, en la que ha subrayado la necesidad de "mejorar las carreteras como servicio público" ya que una red viaria "óptima" es "esencial para asegurar la vertebración" del territorio.

Ciriza ha incidido en que "existe un déficit en el mantenimiento y mejora de las carreteras" ya que el último Plan Director, de 2010 a 2018, solo se ejecutó en un 8%, lo que supuso que de 225 actuaciones previstas en el mismo solo se acometieran 17.

Ahora, con unos presupuestos tanto de Navarra como del Estado "de carácter limitado" y teniendo sanidad, educación o servicios sociales la "prioridad absoluta", es necesario a su juicio, "en consonancia con las políticas de la Unión Europea, la tarificación a vehículos pesados en vías de alta capacidad" como "opción más realista" para poder financiar las necesidades viarias.

En total, el IV Plan Director de Carreteras de Navarra, que se extenderá hasta 2029 con una inversión de más de 1.300 millones de euros, prevé la ejecución de más de 250 obras de ampliación y mejora, una treintena de ellas en la Ribera de con un coste de más de 250 millones.

Entre los principales proyectos destaca la ampliación de la A-15 desde Tudela a Soria. El proyecto contempla una nueva vía desde el enlace de la AP-15 en Tudela hasta el límite de la provincia en un actuación coordinado con el Ministerio de Transportes y que se corresponde con el último tramo de la autovía Soria-Tudela, un itinerario de alta capacidad que conecta Navarra con Castilla-León y con Madrid, y que permitirá cerrar el esquema de la red de gran capacidad de la Comunidad Foral.

Destaca, además, la construcción de una variante en Azagra así como la ejecución de dos glorietas de acceso a la actual travesía, tanto por el este como por el oeste, de manera que se reduzca la velocidad de circulación, mientras que en Fitero se plantea ensanchar la NA-6900.

Otros proyectos son el recrecimiento de la N-113 a su paso por Castejón para prevenir la inundación de la vía durante las crecidas del río Ebro; la reforma del puente de Marcilla sobre el río Aragón; la mejora de la intersección de Los Abetos, en Valtierra; o el desdoblamiento de la NA-160 (Tudela-Cintruénigo) en el tramo entre la A-68 y la AP-68 ante la necesidad de vías de servicios por el crecimiento de la actividad industrial.

El Gobierno avanza también otras obras viarias como la construcción de variantes en diversas localidades riberas y actuaciones para mejorar la funcionalidad en varios tramos de la N-121-C, NA-115, NA-660 o NA-6630, entre otras carreteras.