tafalla - Varios miles de visitantes llenaron en el día de ayer las calles más céntricas de Tafalla con motivo de la celebración del domingo de Ferias de Octubre, la jornada más importante y con mayor afluencia de público de las tres que se organizaron en la programación de este año.

Los actos promovidos por la Comisión Municipal de Festejos para esta celebración quedaron incluidos en la Red de Actividades Turísticas de la Zona Media, un proyecto del Consorcio de Desarrollo de la Zona Media, financiado por el Departamento de Turismo de Gobierno de Navarra y dentro de ellos destaca la feria caballar, que sin embargo se está convirtiendo en una cita que va perdiendo protagonismo año tras año.

En la jornada de ayer únicamente entraron al recinto ferial 48 ejemplares equinos, de los cuáles 38 fueron objeto de compra-venta. Unas cifras que dejan en evidencia la paulatina decadencia de esta feria caballar que en sus orígenes eran el principal motivo de atracción para quienes se trasladaban a Tafalla a vivir unos días de feria y de mercado ambulante. A media mañana, uno de los familiares de Luis Goñi, un conocido criador y vendedor de carne de potro de Pamplona, se lamentaba de la poca gente y ganado que había en el recinto ferial. “Siempre venimos a esta feria de Tafalla, pero estamos viendo que va cada vez a menos. Tenían que haber traído a este recinto las exhibiciones de esquileo y de herraje, en lugar de hacerlo en el centro de la ciudad, para que aquí hubiese más gente” manifestaba este ganadero. En parecidos términos se expresaba Joaquín Cobarrillas, otro vendedor llegado desde la Ultzama “hay que poner más facilidades y exigir menos papeleo para que podamos traer el ganado a las ferias” señalaba.

Cuando ya eran cerca de las dos de la tarde, las veterinarias del Gobierno de Navarra que atendían el despacho de guías, Maider Jaka y Beatriz Ganuza, nos decían que de los 48 animales que entraron al recinto a lo largo de la mañana se habían vendido 38. Tanto su procedencia como los destinos fueron este año de poblaciones riojanas y navarras. Las transacciones fueron de una decena de ponis, 6 asnos, 3 mulas y el resto potros y alguna yegua. Cabe recordar que el año pasado en esta misma Feria de Octubre entraron al recinto 57 ejemplares y se vendieron 44, cifras bastante similares a las registradas en los tres últimos años. En 2015 se contabilizaron algo más con 179 animales expuestos y 157 vendidos.

También se pudo ver en la explanada del recinto ferial algunos vendedores de artículos relacionados con la ganadería como correajes, cencerros, sillas de montar y utillajes de herramientas.

animación en la ciudad Lo que sí atrajo a numeroso público fueron los más de 30 puestos de exposición y venta de productos de alimentación y de artesanía tradicional que quedaron instalados en la Plaza de Navarra, al igual que los cerca de un centenar de puestos de venta ambulante que llenaban por completo el Paseo Padre Calatayud con todo tipo de ofertas, desde ropas, bolsos, carteras, pañuelos, juguetes o calzado hasta centros y ramos florales preparados para la próxima festividad de Todos los Santos, entre otros muchos productos.

Completando esta oferta de ventas se realizaron visitas guiadas por la parte más histórica de la ciudad y en la en la Plaza de Navarra demostraciones de elaboración de cerámica con torno, herraje de caballos y forja de herraduras a cargo del tafallés, Miguel Esparza; esquileo de ovejas con tijera y a máquina por parte Kike Paesa de Echagüe y una degustación de vinos de bodegas de la comarca (Olite, San Martín de Unx, Larraga, Enériz y Mendigorría) pertenecientes a la Ruta del Vino de Navarra. Aportando 5 euros se podía adquirir una copa de cristal y probar la amplia oferta con una decena de vinos tintos, 7 blancos y 7 rosados. También se ofreció una exhibición y carreras de layas en la Avenida Severino Fernández por parte de una quincena de laiaris, mayores y txikis de Garés y de Artajona, pertenecientes a la asociación Nafar Naiariak, acompañados a su vez de una pareja de Biurrun que con la alboca y un pandero pusieron la nota musical al acto, además de talleres y juegos infantiles en la Plaza del Mercado. Por la tarde concluyeron las actividades con un concierto de la txaranga Malatxo que animó con sus melodías festivas todo el centro de la ciudad.