No solo las mejores garnachas del mundo, sino también los mejores expertos en vino han llegado hasta Olite para decidir cual de los casi 1.000 vinos que se han presentado al concurso Garnachas del Mundo merece alzarse con el premio. Entre ayer y hoy, 80 expertos vinícolas de once nacionalidades se han reunido para catar cada uno de estos vinos de la décima edición de este concurso internacional. Un certamen centrado en la variedad de uva emblemática en Navarra con la que se producen vinos blancos, rosados y tintos.

Creado en Perpiñan en 2013 por el Consejo Interprofesional de los Vinos de Rossellón, el concurso busca el reconocimiento de la garnacha "como la gran variedad de uva que es", explica Javier Santafé, Director Gerente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen de Navarra, corporación que organiza este año el evento. "Esta variedad ha estado denostada durante mucho tiempo, no tenía la misma categoría que otras y esto se puso en marcha para potenciar su imagen entre todos los territorios", añade.

Durante estos diez primeros años, Garnachas del Mundo se ha celebrado en las regiones de España, Francia e Italia que cultivan esta uva y, a partir de ahora, empieza el ciclo de trasladar la garnacha a sus principales mercados, como el de Nueva York, que recibirá el concurso en 2023. "Ahora nuestra misión es encontrar las grandes tierras de consumidores de garnacha para que conozcan su diversidad", asegura Fabrice Rieu, Presidente de Garnachas del mundo, que hace hincapié en que esta variedad es la más diversa ya que "no te cansa". "Puedes servirla durante todo una cena, desde el entrante hasta el postre".

Al comenzar ahora con los potenciales mercados, los vinos que obtengan una medalla en esta edición tendrán una gran oportunidad para darse a conocer por todo el mundo. "En Nueva York tendremos un jurado formado por distribuidores, importadores y sumilleres de todo Estados Unidos que probarán a los ganadores de este año. Así que los que ganen tendrán una gran oportunidad para dar a conocer su vino", explica Rieu. Por eso, una de la finalidad del concurso es la comercial, para proteger así la producción de estas tierras y dar a conocer las regiones y sus denominaciones de origen para tener una visión global.

LA CATA Para realizar la cata de las casi mil muestras de vino, el jurado se ha dividido en quince grupos de cinco personas, con un presidente en cada mesa. De esta forma, cada uno de los grupos ha evaluado entre ayer y hoy casi 70 vinos. En el concurso participan vinos de todas las partes del mundo y entre el jurado hay expertos y referentes de países como Corea, Japón, Estados Unido, Inglaterra, Bélgica, Francia, Italia o Colombia, que avalúan los vinos según el modelo de cata de la OIV, Oficina Internacional de la Viña y el Vino.

Casi un 10% de las garnachas que se han presentado son navarras y desde el Consejo Regulador creen que tienen mucho potencial. "Los vinos navarros que hay aquí tienen mucha calidad para ganar pero otra cosa es que ganen. Es como el Barcelona, juega muy bien pero no siempre gana", bromea Santafé.

El concurso juega un papel muy importante para mantener vivo el sector vinícola y este año sitúa a Navarra en el mapa de la garnacha. "Hemos llegado a un momento tan globalizado que a veces se pierde la esencia de tu tierra. Ahora hay una gran vuelta a lo auténtico, a lo original, al kilómetro cero y en Navarra, a nivel rural, el vino juega un papel m uy importante" asegura Santafé que insiste en la importancia de hacer de la garnacha un sello de identidad y arraigo en la zona.

A la espera de saber si los vinos navarros lograrán una buena posición o no, lo que sí tienen claro desde la D.O. es que este evento reconoce la tradición viticultora de la Comunidad Foral y que supone una gran oportunidad para mostrar el valor tanto del sector del vino como del resto de los que goza el territorio.