Llega el verano y suena la canción del momento. La radio, los bares, las discotecas… la repiten sin cesar consiguiendo que todo el mundo entone su estribillo como si se tratara de un gusanillo que se mete por la cabeza. Repetición, duración, métrica, tonalidad, tempo y cultura son factores que influyen en que una canción se convierta en todo un éxito.
Detrás de este fenómeno hay un trabajo profesional de personas creativas que se involucran en la composición de los temas, se encuentran junto al artista o grupo en el estudio para grabar, se encargan de los arreglos, aportan su visión sobre la evolución de las canciones… Son los productores musicales. Sin sus aportaciones, las canciones se quedarían desnudas, sin vida.
Sin embargo, el deseo de cualquier artista no solo es conseguir un éxito de gran repercusión sino la aspiración de conectar con su publico en directo. Para lograr un espectáculo que emocione y deje boquiabierto a los fans, el equipo de producción musical que se encuentra detrás del escenario es el encargado de garantizar el óptimo desarrollo de un concierto o de una actuación en vivo.
Ahora, tras un largo periodo de pandemia, con la llegada del verano se multiplican las oportunidades de acudir a festivales o conciertos como el Azkena Rock en Vitoria-Gasteiz, BBK Live en Bilbao o el Festival Flamenco On Fire de Pamplona.
Una experiencia única, gracias en mayor parte, al trabajo desarrollado por una maquinaria de profesionales excelentemente engranada que conocen a la perfección todos los entresijos de la producción.
Sin duda, una labor que genera expectación entre los jóvenes que ven cómo “su fascinación por la música se convierte en su profesión”, señala Norberto Bayo, coordinador del Grado en Producción Musical y Sonido para la Industria del Entretenimiento de la Universidad EUNEIZ, una titulación pionera en la Comunidad Autónoma Vasca y en toda la zona norte.
La industria musical está en cambio constante y hoy, más que nunca, necesita de tecnología para transformar la idea musical en un producto comercial que podamos escuchar en cualquier soporte físico o digital. “Han surgido nuevos mercados y reclamos culturales que demandan creatividades musicales para sectores como publicidad, videojuegos o contenido en streaming”, apunta Bayo. Sin embargo, apenas hay formación especializada que combine ambas necesidades. Algunos de los perfiles profesionales más en auge en este sector son aquellos que tienen que ver con el negocio musical o Music Business.
En el Grado en Producción Musical y Sonido para la Industria del Entretenimiento, “podrás profundizar en este campo gracias a un conjunto de asignaturas donde obtendrás los conocimientos fundamentales para alcanzar las competencias relativas a la producción de música y sonido para el desarrollo de conciertos, espectáculos y demás eventos culturales donde la música esté presente”, explica Norberto Bayo.
Asimismo, añade que este Grado “te dará toda la formación clave para conocer el negocio de la música y los modelos de gestión empresarial necesarios para la promoción y la gestión de conciertos de música en directo”. No obstante, se compone de materias que cubren los aspectos relativos a la industria y el emprendimiento empresarial musical como la Propiedad Intelectual, Creación Empresarial y Marketing Musical, entre otras.
Pero si lo que quieres es desarrollar tu propia carrera artística, esta titulación, además de ofrecer una visión integral del profesional en producción de música y sonido, “explora todas las facetas, y te permitirá la máxima libertad creativa”, concluye.