El remo es uno de los deportes que más arraigo tiene en toda Euskal Herria, junto a la pelota mano y el ciclismo, además de deportes mayoritarios como son el fútbol o el baloncesto. En este sentido, sólo haría falta salir un día a la calle, cual reportero o encuestador, y preguntar, a todo el que pase, a qué equipo de remo apoya. Muchos dirán que no lo siguen mucho, mientras que otros responderán de manera ferviente que siguen a Orio, Kaiku, La Sotera, Urdaibai, Zierbena o la Lekittarra, por nombrar algunos ejemplos.

Del mismo modo, es curioso ver cómo el remo es un deporte, que aunque no lo sigas, hace a la persona posicionarse sobre qué equipos no apoyar, ya sea porque es el equipo del pueblo vecino, de la provincia rival o lo que sea. Por ello, es fácil oír "no animo a la Sotera", en Portugalete; o "no animo a Kaiku", en Santurtzi. Con esto queda demostrado que es un deporte de arraigo y que en la mayoría de los casos son los encargados de representar al pueblo allá donde les toque remar o competir. En el caso de la familia Cabrejas Villota, protagonistas de este quinto número de IN, encontramos al vizcaíno Asier, que es ex remero de La Sotera de Santurtzi, club que en septiembre de 2020 se proclamó campeón de la Eusko Label Liga, la máxima competición de remo a nivel estatal. "He estado durante once años remando en La Sotera, desde los 15 hasta los 26 años", indica Cabrejas con una mezcla de orgullo y nostalgia.

Un deporte muy sacrificado

El remo es un deporte que requiere de mucho sacrificio, ya que al contrario de los clásicos fútbol o baloncesto, que se juegan de septiembre a mayo-junio, el remo tiene su particular liga durante el verano, de julio a septiembre. Así, todos aquellos que ejerzan este deporte tienen que demostrar una gran fuerza de voluntad, ya que quien más, quien menos, tendrá amigos o incluso la cuadrilla al completo, intentando convencerle de que vaya a esta fiesta de pueblo y a otra. "El remo a mí me ha dado mucha disciplina", afirma Asier.

El vasco reconoce, además, que la sociedad de hoy en día es muy conformista, ya que si no logra el objetivo de manera rápida se frustra y abandona. En su caso, el remo le demostró que, con trabajo, las cosas llegan y, además, el sabor que tienen es mucho mejor si cabe. "El remo es muy exigente, pero creo que como en cualquier deporte, es necesaria la constancia. En nuestro caso, la temporada, al ser de verano, es más difícil, pero era posible sobreponerse a las tentaciones", recuerda.

Cabrejas se retiró hace un tiempo, pero hasta hace año y medio estuvo remando en el equipo de veteranos, y fue ahí cuando su pareja, Estela Villota, pudo verle remar por primera vez. "Pude verle remando en Sevilla y para mí fue una experiencia increíble, con mi hija haciendo las labores de patrón, ya que como necesitaban a alguien, su aita logró convencerla para que lo hiciera", ríe.

Materiales y reglas

El remo, como todos los deportes, ha sufrido una evolución en lo que a materiales se refiere. Asier ha sido partícipe de las modificaciones que se han ido dando, llegado a ser, a veces incluso, "conejillo de indias" al tener que probar algún nuevo material. En su caso, la evolución sólo se ha visto reflejada en lo que a la trainera y los remos se refiere, ya que las reglas siguen siendo las mismas. "Por ejemplo, se ha pasado de la trainera de madera a la de fibra de carbono, una gran mejora", asegura. Aunque al principio cuesta adaptarse y puedes ser reticente a los cambios, pero luego, al ver que pesa mucho menos, vas más rápido y cuesta menos de mantener, notas la mejora", explica.

Hay muchos tipos de traineras, así como competiciones a nivel internacional, pero nosotros nos centraremos en las de la Eusko Label Liga. Las competiciones se realizan entre embarcaciones de un total de 13 remeros y un patrón. Las regatas, como se conoce a los días de competición, se realizan en aguas de mar mediante ciabogas -maniobra de dar la vuelta en redondo a una embarcación de remos, moviendo los remos de un lado en sentido contrario a los del otro-. La gran mayoría de pruebas se realizan sobre un mismo recorrido durante cuatro largos y tres ciabogas a realizar, sobre una distancia total de 3 mn -3 millas náuticas o, lo que es lo mismo, 5.556 metros-. El decimotercer remero se sitúa en la proa -parte delantera de la trainera-, de ahí el nombre proel, y es el encargado de utilizar la pica, que no es más que un remo más corto, que sirve, apoyado en el branque de la trainera, para forzar el giro de ésta en las ciabogas, y así, hacer la ciaboga más rápido.

Además de esta modalidad sobre banco fijo, es decir, donde el asiento del remero está inmóvil, también existen las trainerillas, de seis remeros y un patrón; los bateles, de cuatro remeros y un patrón; los faluchos, muy típico en la zona del levante español y que se compone de ocho remeros y un patrón; el llaüt, tradicional de Valencia, aunque también en Andalucía y Catalunya; o la jábega, típica de Málaga y compuesta por siete remeros.

Importancia de la técnica

Para quienes no conozcan en profundidad este deporte, han de saber que esta disciplina consiste en la propulsión de una embarcación sobre el agua, mediante la fuerza muscular de uno o varios remeros. La manera que tienen de mover la trainera o la embarcación es mediante los remos, que utilizan como si fueran palancas. En este punto habría que hacer un inciso para indicar que la palada no se puede dar de manera aleatoria y brusca, ya que de hacerlo no se conseguiría el objetivo de avanzar rápido. En caso de meterla mal en el agua y de manera no coordinada con los demás remeros, se correría el riesgo de frenar la velocidad de todos. La técnica es muy importante para lograr el objetivo de llegar lo antes posible y antes que los rivales al final de la prueba.

Por otro lado, los remeros, que usarán uno o dos remos, depende del tipo de prueba, estarán sentados de espaldas a la dirección del avance, con o sin timonel que les guíe, también conocido como patrón. El papel de éste será vital, ya que ejerce de entrenador en el agua. Es el que ve todo y el que tiene el objetivo de subir el ritmo, mantenerlo o corregir errores que pueda ver. Además, arenga durante la prueba y gracias a su remo será el que dirija a dónde tiene que ir la trainera. En este sentido, hay que tener muy en cuenta que las mareas, así como las olas, son los mayores rivales de los remeros y los patrones son los encargados de solventarlo junto a los remeros.