Sí, estamos en campaña

Sí, ya ha empezado el ciclo electoral que completaremos en junio de 2024, cuando elegiremos a la o el próximo lehendakari. Antes de eso habrá elecciones europeas; antes, Generales; y en mayo de 2023, municipales y forales. Pero en Bizkaia este ciclo ya está abierto: elegimos al presidente del Athletic. Y sí, esta semana ha habido “meneo” electoral aunque todavía nos aferremos en lo deportivo a nuestra última oportunidad para volver a Europa. Iker Fernández tuiteaba muy bien lo que quiero decir: “Los mismos que pedíais el adelanto electoral ahora decís que no se hable de elecciones para no desestabilizar al equipo. ¡Idos al peo!”.

EE.UU. es el modelo

En esta carrera por llegar a Ibaigane oiremos a los candidatos hablar más que nunca del equipo femenino. No es una moda: es una realidad. Y para confirmarlo hemos buscado y hemos encontrado un modelo inesperado a seguir en equiparación: el estadounidense. “EEUU aprueba el convenio colectivo para igualar salarios y premios entre mujeres y hombres. Se trata de dos convenios que estarán en vigor hasta 2028 y es la primera federación en aprobar medidas similares. Además, se ha creado una nueva estructura comercial que reparte ingresos por televisión y patrocinio al 50% con ambas selecciones” (2 Playbook).

Rubiales y Piqué no lo son

Hay una pareja de moda en el fútbol español, pero no son dos centrales, un doble pivote, o una conexión letal de mediapunta y delantero centro: Luis Rubiales y Gerard Piqué son el binomio del que más estamos hablando en este final de temporada. Y lo estamos haciendo porque, básicamente, son dos jetas que han manejado las competiciones (y los millones) como les ha dado la gana, por lo que parece en los audios que estamos oyendo todas y todos. Ahora, “Anticorrupción abre investigación a Rubiales y Piqué por el contrato de la Supercopa en Arabia Saudí” (Huffington Post). Esperemos que la fiscalía no dispare al palo.

¡Cómo no iba a entrar el deporte de élite!

Gracias al fútbol y otros deportes de masas, personas con pocos escrúpulos y pocas luces, aparentemente, han ganado mucho dinero. ¿Cómo? Moviéndolo continuamente: el flujo de millones no puede detenerse para que así se les quede entre las uñas la mayor cantidad posible. Por eso a nadie le extrañó la entrada del mundo “cripto” en el deporte profesional estadounidense con millones de inversión para patrocinar estadios y camisetas. Roger Senserrich en Vozpópuli ha escrito una buena reflexión al respecto. ¿De dónde salía todo ese dinero? ¿Y dónde está ahora? Porque las “cripto” pagan en criptomonedas.

Una sociedad fallida

Me importa entre poco y nada el dinero que hayan perdido los creadores de criptomonedas con la caída de este producto. Me importa un poco más que hayan perdido sus ahorros las y los pobres incautos que fueron embaucados por comerciales venidos arriba. Pero lo que más me sorprende, me indigna y me desasosiega es cómo los primeros han amasado fortunas tan enormes. En La República, un periódico colombiano, han publicado una relación de capitales desorbitados y claramente injustos. La contemporánea es una sociedad fallida que permite enriquecimientos injustificables y grietas socioeconómicas cada día más insalvables.