Javier Esparza, portavoz parlamentario de UPN tras haber sido el máximo dirigente del partido, le pide a Chivite que adelante las elecciones. Yo me pido que gane Osasuna la Liga, un apartamento en Torreviejalicante y la PS5.

Por pedir se puede pedir de todo y a eso está dedicado últimamente UPN, que considera que solo con el asunto de Belate es más que suficiente para que la ciudadanía navarra esté soliviantada. Y para mí que no.

Los periodistas, como los políticos, solemos pecar o por obcecación o por interés grupal en pensar que las cosas que a nosotros nos enervan son las que enervan a cientos de miles de ciudadanos tan al tanto de las situaciones como nosotros, pero resulta que eso no es así. No sé si por suerte o desgracia para la sociedad –en algunos casos por suerte, en otros por desgracia– las preocupaciones de muchos son las habituales –vivienda, precios, trabajo, seguridad, sanidad, educación– y de una mala o interpretable praxis en una adjudicación sin que por ahora se haya demostrado corrupción de ninguna clase –el futuro dirá, hablo de por ahora– es complejo poner al personal a querer derribar Diputación, por mucho que los arietes mediáticos estén a eso y a todo lo que se mueva para lograr que UPN tenga opciones de volver a Palacio tras 10 largos ya en el banquillo. 10 años son años, la verdad, y es lógico que Esparza pida elecciones y que hable de que la presidenta está rodeada de corrupción, como es lógico que ésta se defienda y que declare que eso no es así y que no la van a hacer caer.

Cada uno está en su papel, mientras han pasado ya casi 6 meses del bombazo Cerdán y por ahora la situación no parece ser preocupante para el tripartito. ¿Podría serlo en el futuro? Podría, claro, pero ahora mismo pedir elecciones es toda una boutade que posiblemente no se crea ni el propio Esparza, político experimentado y que las ha visto de todos los colores.