El presidente de la UAGN tiene la desfachatez y la caradura, desde su más absoluta ignorancia, de pedir la dimisión del presidente de la CHE y, más grave aún, el dragado total del río Ebro. Todos sabemos que gracias a la UAGN todos los ríos de Navarra, en mayor o menor medida, han sido dragados y degradados, cuando no totalmente destruidos, para no solucionar los problemas y agravarlos aún más. Y también gracias a la UAGN se ha producido en Navarra la mayor estafa a todos los navarros y el mayor pelotazo en todos los sentidos que es el pantano de Itoiz y el Canal de Navarra, que todos los navarros tenemos que pagar a precio de oro.

Yo no sé si el presidente de la CHE debería dimitir o no, es posible que sí, pero no voy a entrar en ese debate. Desde luego el presidente de la UAGN y la propia UAGN son los menos indicados para pedir su cabeza. Ha quedado totalmente demostrado que el dragado de los ríos en Navarra, lejos de solucionar los problemas de inundabilidad los ha agravado y trasladado aguas abajo. Si un tramo del río se draga y no se le permite expandirse e inundar, esto sucederá aguas abajo pero multiplicado porque llegará más caudal de agua y a mucha mayor velocidad. La solución no pasa por dragar los ríos, porque cualquier persona que se pare a pensar detenidamente se dará cuenta de que después de estos días de gran cantidad de agua y nieve caída no se puede pretender que el río ocupe el mismo espacio; por fuerza tiene que alcanzar mayor nivel. La solución pasa por respetar el espacio de los ríos, su natural crecida, no ocupar el cauce ni las zonas inundables para construir ni para cultivos, de lo contrario sucede lo que estos días estamos viendo, que el río lo anega todo. Lo que sí tengo muy claro es que declaraciones como las del señor Félix Bariáin son totalmente irresponsables y hacen muchísimo daño, por lo que yo sí pido su dimisión y que se vaya a casa. Los agricultores deben preocuparse de lo que a ellos les atañe y no querer influir en la gestión de los ríos, que son patrimonio de todos y no son propiedad de nadie, y mucho menos de la UAGN.