Al parecer ya ha finalizado la comisión de investigación sobre la desaparición de la Can y, con ella, unos 1.000 millones de euros de los navarros y navarras. La conclusiones son muy volátiles y muy farragosas, pero lo cierto, al parecer, es que ni el Banco de España, ni la CNMV, ni el Gobierno de Navarra (UPN) pusieron el interés debido para garantizar que ese dineral público “se perdiera” por los escabrosos caminos que algunos directivos de la Can hicieron transitar al hacer la fusión con Cajasol, una caja insolvente y con muy poca credibilidad y que, entre unas cosas y otras, dio lugar a que esos 1.000 millones de euros por arte de birlibirloque desaparecieran y ahora vete tú a saber dónde y en qué destino están.

Lo cierto, y después de tantas comparecencias de personajes directamente relacionados con la CAN, es que no han querido dar pistas de por dónde se pudo escapar esa cantidad de millones de euros públicos de los navarros y navarras. También es muy extraño que hasta ahora nadie aparezca como culpable o colaborador necesario y al final todos los investigados/as se vayan de rositas. Esperemos que los tribunales puedan resolver y culpabilizar, a quien corresponda, de esta malversación de 1.000 millones de euros y que obviamente la comisión de investigación política en el Parlamento de Navarra no tiene facultad para incriminar e inculpar a nadie, aunque los considere como tal o como colaboradores necesarios. Esperamos que la Justicia haga bien esta labor.