Al consejero Eduardo Santos.

Pedimos la visita al centro penitenciario Pamplona 1 y que vea la realidad del mal funcionamiento de este centro penitenciario. Y no es por el escaso número de profesionales de la junta de tratamiento de este centro penitenciario. Es la ineptitud y la falta de ética profesional. En este centro penitenciario Pamplona 1, con cerca de 14 módulos, sólo funcionan 4. De los talleres de trabajo solo funciona 1. El módulo o taller terapéutico tampoco funciona. No hay interés en su buen funcionamiento. Los millones de euros invertidos no alcanzan su fin a pesar de que fue inaugurado en 2012.

Esta junta de tratamiento hace caso omiso al acuerdo firmado en el 2003 en junta de los jueces de vigilancia que acordaron que los presos con condenas de menos de un año sean clasificados en la brevedad posible para que no se pierdan sus beneficios penitenciarios. Violando todo tipo de derechos a las personas presas. Una clara violación de los DDHH y derechos fundamentales. Para esta junta solo somos delincuentes reincidentes que las cárceles, en su ineptitud, no puede reinsertar a la sociedad.

Pienso que esta junta gana un plus por cada persona presa.

Esperando que la justicia restaurativa deseada por los internos humanice a las partes y el sistema deje de mercantilizar el dolor.