El próximo martes se cumplirán ya dos meses desde que el pasado 21 de noviembre de 2019, alrededor de un centenar de alumnos de la Escuela Oficial de Idiomas de Pamplona recibimos un SMS en nuestro teléfono móvil indicándonos que, hasta nuevo aviso, se suspendían las clases de inglés de los niveles B2.2 y C1 debido a la baja de nuestra profesora.

Es a todas luces vergonzoso que a fecha de 17 de enero de 2020, el Departamento de Educación del Gobierno de Navarra siga sin facilitarnos una persona sustituta que cubra su puesto de trabajo o solución alguna de otro tipo, más allá del parche que ha supuesto comenzar esta tercera semana del mes en curso con unas clases de Refuerzo Oral organizadas por la propia Escuela. Estas suponen una única hora semanal, cuando con el abono de la matrícula que todos y todas hemos realizado tenemos derecho a cuatro horas y media semanales de clases, lo que implica teoría y práctica, con continuidad suficiente para poder hacer frente al examen que pretendemos superar en el mes de mayo.

De conformidad con los criterios informados por el Departamento de Educación, un profesor de la EOI se equipara al profesor de Secundaria y ha de ser sustituido a los 10 días de su baja laboral continuada, cosa que en este caso se está incumpliendo abiertamente. Y mucho nos tememos que esto tiene difícil arreglo si partimos de que se trata de un problema estructural debido a unas listas de interinos obsoletas (algunas de ellas vigentes desde 2016 e incluso anteriores) dada la falta de convocatoria pública de las plazas. Se desobedece así el Pacto para la Mejora de la Calidad de la Enseñanza Pública en Navarra (OF 86/2018) mediante el cual el Gobierno de Navarra se compromete a “realizar de la forma más ágil posible las sustituciones del profesorado de todos los cuerpos”.

Si el incumplimiento de nuestras obligaciones como alumnado en el caso de que contáramos con un número de faltas de asistencia que superara el 30% del horario lectivo nos supondría la pérdida de la oficialidad en la Escuela, nos preguntamos qué pasa con el Gobierno de Navarra, que está faltando con sus más elementales obligaciones de facilitarnos un profesor interino, sabiendo que, en caso excepcional, el Departamento de Educación “podrá suscribir contratos singulares con las personas que se consideren más indicadas en función con su adaptación al perfil del puesto de trabajo que se trate de cubrir” (OF 51/2018). Así las cosas, requerimos que se nos proporcione sin más demora una solución que subsane de alguna manera el perjuicio que nos está causando la situación actual, sin que se pase de puntillas por el asunto como si la culpa no fuese de nadie.