Recientemente he visitado, con mis alumnos del instituto de Marcilla, en las dos universidades, la pública y la privada, las facultades donde se realizan los estudios de Medicina.

Lo primero que debo decir es que me ha producido una gran satisfacción comprobar que en nuestra ciudad se pueden realizar estos estudios de Medicina con una grandísima calidad. La universidad privada ofrece unas instalaciones y unos medios humanos admirables. Los medios de simulación son asombrosos y, no me cabe duda, garantizan un ejercicio de alta calidad de la profesión médica. En la universidad pública el gran entusiasmo del profesorado por alcanzar las máximas cotas de calidad garantiza un futuro muy prometedor. El nuevo edificio ayudará a ello. El éxito de estos estudios es de tal nivel que en las dos universidades superaron las 900 solicitudes de admisión para este curso vigente.

Esta agradable e impactante visita a los dos centros educativos me hace reflexionar sobre las grandes posibilidades que tiene Pamplona en convertirse en una ciudad puntera en la asistencia sanitaria, tanto a nivel privado como público. La investigación que ya se realiza apuntalará la calidad de la atención. La trayectoria de traer enfermos de toda España, por parte de la Clínica Universidad de Navarra, es ya antigua y de ello también puede aprender el sistema público.

El futuro de nuestra ciudad no puede dejarse en las manos exclusivamente de la industria automovilística que está en profundos e inquietantes cambios. Una ciudad con dos facultades de Medicina, con hospitales destacados en los ránquines de calidad, con excelentes profesionales, atraería un visitante, tanto de enfermos como de acompañantes, que necesita, además, instalaciones hoteleras, y transportes eficientes. Es decir, un gran beneficio para toda la ciudad. Si a ello se añade los congresos tanto de práctica médica como de investigación, la infraestructura de atención a los visitantes crecería tanto en cantidad como en calidad a niveles asombrosos.

La Administración pública, tanto el Ayuntamiento de Pamplona como el Gobierno de Navarra deben potenciar este núcleo sanitario que beneficiaría, también, a toda Navarra. El estar situados los dos hospitales, Clínica Universidad de Navarra y Complejo Hospitalario de Navarra, y las dos facultades de Medicina en la misma zona urbana, sería un buen momento para crear un gran espacio de la ciudad con un urbanismo integrador, sostenible, eliminando el tráfico automovilístico, creando espacios relajados para los enfermos y sus visitantes, con nuevos edificios, sobre todo en la zona sanitaria pública, que renueve espacios e instalaciones poco eficientes en la sanidad actual.

Pienso que puede ser el proyecto más destacado para el futuro de la ciudad. A ver si hay suerte y nos ponemos, las instituciones públicas, las privadas y los ciudadanos pamploneses de acuerdo.