la N-121-A está de actualidad, tristemente. Y a un grupo de amigas y amigos del Bidasoa habituales usuarios, a diario en días laborables, de Baztan, Malerreka y Bortziriak, nos preocupa. Pero, parecerá extraño, no compartimos (no tenemos relación con el sector), que los transportes de gran tonelaje, sean responsables de la peligrosidad, que es evidente existe, y causantes de todos los males y accidentes.

Recordaremos la satisfacción en 1997 por la apertura de los túneles de Almandoz y Belate, reivindicación histórica, y las mejoras considerables a Behobia-Irun en la ruta del Bidasoa que no daba más de sí. El aval popular quedó justificado, sin coordinadoras en contra, bien cierto que con opiniones de cargos públicos (alcalde y alcaldesa de Lesaka y Bera, respectivamente) que lo anticiparon insuficiente, como ha quedado demostrado, por el incremento previsible del tráfico.

El rechazo a la A-15, la tristemente célebre autovía de Leitzaran, que se inauguró en 1995 (dos años antes de los túneles de Almandoz y Belate) por el transporte pesado como ya se intuía se ha revelado con fuerza. Los conductores de transportes huyen de Pagozelai, ¿quién quiere nieve hasta en junio?, y del peligroso descenso hasta Andoain.

Tanto que más que probable que optaran por la N-121-A, salida histórica a Europa, aunque se les apliquen tasas a su circulación. ¡Ironías de la vida, alcaldes que exigen obligar al transporte a circular por la autovía de Leitzaran, proyectada "para que pasen los tanques de la OTAN", como leímos estupefactos en un tiempo!

El desvío de camiones a golpe de Boletín Oficial que se pretende no creemos solución definitiva ni justa, por el derecho de transportistas y perjuicio de otros sectores (gasolineras, restaurantes) donde ni sobra riqueza ni puestos de trabajo, por pocos que sean. ¿Con la veda al transporte pesado, desaparecerían los accidentes, se reducirían o se circularía aún a mayor velocidad? Para correr y llegar 2, 3 o 5 minutos antes, nos sobran camiones, motos, bicicletas y hasta peatones, el Circuito de Los Arcos o sea. No creemos que los camiones sean culpables únicos, lo demuestran hechos, estadística y atestados de los accidentes. Existen factores que ni de lejos responden a aquello que era normal de Elizondo a Pamplona por décadas: "Escuchar en la radio las noticias a su hora y hacerlo otra vez en la cuesta de Beloso una hora después".

¡Cuidado, hemos dicho velocidad! Nadie la cita quizás por impopular y no interesar al convento. ¿Camiones no, para qué, para correr más? Asistimos a accidentes con víctimas que nos encogen el alma, pero no sobraría un poco de autocrítica, al parecer siempre tan cara. Bastaría haber sido testigos en la variante de Olagüe, en día nefasto y con un chaparrón que hacía incapaces los limpiaparabrisas al máximo con coches adelantando muy por encima del límite; o visionar la grabación de un amigo de Doneztebe a la altura de la Venta de Juan Simón con un coche adelantando en línea continua que te viene de frente y no te embiste de milagro. Hágase lo que se deba y pueda, se está en ello al parecer. De paso, si circulamos más despacio, mejor.