La fisonomía de nuestras ciudades va cambiando de forma constante, y en ocasiones consciente y programada. Quién iba a suponer hace no tantos años que donde crecían los trigos, entre el final del Ensanche y la lejana Mutilva, se iba a construir un nuevo barrio con amplias avenidas y modernos edificios, el actual barrio de Lezkairu. O quién al visitar la ciudad en los años 60 imaginaría una plaza del Castillo sin tráfico ni aceras o una avenida de Carlos III destinada al uso peatonal sin villavesas ni coches aparcados sobre las aceras. Imágenes recientes de una Pamplona que muchas y muchos mantenemos en la retina y la memoria.

Lo mismo que debería suceder en no tanto tiempo con la peatonalización del primer tramo de la Vuelta del Castillo y su conversión en un espacio para la movilidad sostenible y el disfrute de vecinos y visitantes. El entorno se lo merece, los usuarios de la muy próxima Casa de Misericordia lo disfrutarán desde el primer día, los planes de movilidad sostenible pendientes en la ciudad y la Comarca se verán reforzados y se pondrá en práctica, en un lugar emblemático, este nuevo modo de entender nuestra ciudad, la del siglo XXI, incluyente, ecológica, socialmente inclusiva, habitable, en suma.

¿De qué estamos hablando? Del primer tramo de la calle Vuelta del Castillo situado entre la esquina con la calle Esquíroz y su desembocadura en la plaza de los Fueros; unos 300 metros casi rectos que hoy se configura con un carril de tráfico motorizado, una línea de aparcamiento regulado en línea, una acera no muy ancha en el lado derecho y un carril bici sobre el césped de la Vuelta del Castillo a la izquierda.

¿Cuál es la propuesta? Actuar sobre estos 300 metros de calle para restringir los usos motorizados a aquellos vinculados con la Casa de Misericordia (personal, visitantes€) o con las dotaciones hoteleras o comerciales que en un futuro se puedan instalar en la parcela ahora vacía, excluyendo el paso o aparcamiento de clientes del hipermercado previsto; prohibir el resto de usos motorizados, ofreciendo alternativas viables a través de la avenida Sancho el Fuerte, y eliminar el carril bici de la zona ajardinada para convertir la calzada en vía compartida y dar continuidad al carril bici en la plaza de los Fueros. El resultado será una continuidad de la Vuelta del Castillo a través de una vía 20 con formato peatonal (algo parecido a la calle Nueva del Casco Viejo o la misma plaza del Castillo en la actualidad). ¿Cuáles son las ventajas del cambio propuesto?

-En primer lugar, evidente, el conjunto de la ciudad obtiene un espacio de mucha mayor calidad en la unión del Ensanche y Vuelta del Castillo con los barrios de Iturrama, Abejeras y Azpilagaña. La eliminación de aceras y del tráfico rodado convierte esta zona en un continuo para el peatón. Sin minusvalorar la importancia que esta zona de la ciudad adquiere en determinadas fechas como los Sanfermines (fuegos artificiales, lugar de paso a la plaza de los Fueros€) o las potencialidades que esta nueva configuración ofrecerá.

-No menos importante es el calmado de tráfico y la peatonalización de la entrada principal a la Casa de Misericordia, con sus casi 600 residentes, muchos de ellos con evidentes reducciones de movilidad. Además -se ha dicho ya- se da continuidad al carril-bici que actualmente finaliza de forma abrupta en el paseo peatonal de la Vuelta del Castillo, con evidente riesgo tanto para ciclistas como peatones, incluidos los ya citados usuarios de la Casa de Misericordia. Y se abre la posibilidad de conectarlo con la plaza de los Fueros, vía de entrada lógica hacia el Ensanche o la Milagrosa.

-De cara a un futuro no muy lejano la peatonalización de este primer tramo permitirá imaginar el mismo tratamiento para toda la Vuelta del Castillo, con tráfico limitado al uso vecinal y comercial de la zona, pero no como alternativa de comunicación entre barrios frente a la avenida Sancho el Fuerte o incluso la avenida del Ejército.

-Y finalmente, ¿para qué ocultarlo?, peatonalizar este tramo en la actualidad, antes de que se levante el futuro centro comercial de la Misericordia, pondrá límite a la ya conocida tendencia de acudir con el vehículo particular a este tipo de establecimientos. ¿Alguien prefiere imaginar en el entorno de la Vuelta del Castillo escenas de hileras de coches semejantes a las que se organizan en ciertos entornos de centros comerciales muchos sábados y en ciertas épocas como Navidad?

Si alguien ve temor infundado en las afirmaciones anteriores le invito a leer el Estudio de Movilidad que acompaña la documentación presentada a Gobierno de Navarra para la implantación de un gran establecimiento comercial en Pamplona, "PSIS Casa de Misericordia", donde se estiman 675 viajes al día en vehículo privado, con horas punta de unos 70 vehículos y un aparcamiento de 286 plazas en rotación. Aparcamiento que, según el proyecto ya aprobado, tendría entrada y salida por la calle Vuelta del Castillo. En definitiva, la peatonalización del entorno de la Casa de Misericordia se presenta hoy como una ocasión para incidir en la sostenibilidad ecológica y social de nuestra ciudad, y de cara a un futuro nada lejano marca un modo más apropiado de acoger una gran superficie comercial en el centro de la ciudad, cuyo inicio de obra se anuncia para este mismo año.