Ferias, fiestas y festejos se han suspendido con motivo de la misteriosa pandemia que sufrimos. Algunas de gran importancia en lo económico, y otras también en lo sentimental, y de ellas citaría, la de gran proyección internacional, cual es la fiesta de San Fermín, patrón de Navarra, de esa tierra de peregrinos, de secano y de buen vino, alegre donde las haya, pues siempre se cantaba en la Ribera y montaña, y en esa fiesta ancestral, entre el hombre y el animal, donde se premiaba al mejor toro, por su bravura sin par, y donde el día de San Fermín, toda Navarra vibraba en Pamplona. El día 6 de julio a las doce, recordamos el Chupinazo y el 15, contaremos que solamente quedan 356 días, para el próximo San Fermín. Qué fuerza tienes Navarra, cuando te expresas en jota, aun cuando hay muchas que se cantan, cuando es Navarra, se nota. Recordaremos la que dice que para ser un buen navarro, aunque seas de Pamplona, has de correr el encierro, ser valiente, noble y bravo, y en espíritu, serán muchos los que lo hagan. Recordaremos este año bisiesto, como el triste año que dejó todas las fiestas fuera del tiesto.