De nuevo confinados.Tras un corto periodo de alivio que ha sucedido a un largo y duro confinamiento en habitaciones mínimas en general, el Gobierno de Navarra ha decidido, al parecer, que los residentes en los centros para mayores no puedan recibir visitas ni salir al exterior.No importa si los asilados de un centro han pasado la covid-19 o no. Lo sencillo. Café, amargo, para todos. A muchos de nuestros mayores se les priva de lo que más valoran, que es pasar un rato en su entorno familiar. Privarles de ello les produce un daño psicológico irremediable. Un alarde de sensibilidad. ¿Por que?¿Es que la lucha contra la pandemia justifica cualquier medida?Hay residencias en Navarra donde son mayoría los asilados en ellas que han sufrido la pandemia y han generado, en consecuencia, una resistencia al virus. Las direcciones de las residencias conocen individualmente los casos, y si no, no tienen más que hacer los test rápidos.¿Por qué, entonces, se prohíbe salir a la calle a gente que ya ha adquirido inmunidad? ¿Es porque hay una remotísima probabilidad de que se reinfecten, bastante menor que la de ser atropellado por una bicicleta?¿Es que la salud emocional de los ancianos no cuenta nada?¿Han sido expertos en la salud de las personas mayores los que, valorados los enormes daños ciertos del confinamiento de gente con inmunidad, y comparados con la remotísima posibilidad de su reinfectación, han aconsejado la medida? Me gustaría conocer sus nombres y sus razones.¿Se puede privar de derechos constitucionales a nuestros ancianos sin más?