Mi voz, nuestro futuro en común, es el lema elegido para celebrar este 11 de octubre, Día Internacional de las Niñas. Un 2020 en el que conmemoramos los 25 años de la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer en Beijing, que marcó un importante punto de inflexión para la agenda mundial de igualdad de género. La Declaración y Plataforma de Acción de Beijing colocó en la agenda global la importancia de promover los derechos y el empoderamiento de las mujeres y las niñas a nivel mundial. Hoy, 25 años más tarde, podemos constatar que se han producido numerosos avances, y que niñas y adolescentes son conscientes de sus conquistas y su compromiso feminista.Sin embargo, todavía queda mucho camino por recorrer. Desde Unicef señalan que las niñas y los niños perciben todos los días la desigualdad de género en nuestra sociedad y en sus hogares, en los libros de texto, en los medios de comunicación y entre las personas adultas que les cuidan. Por ello, lograr la igualdad entre mujeres y hombres, así como promover la autonomía de las niñas, contribuye a que la infancia alcance todo su potencial.Pese a esta importante conmemoración, este 2020 también ha puesto de relieve los numerosos retos que aún siguen vigentes. La situación de pandemia actual por covid-19 nos lleva a tener más en cuenta que nunca a las niñas para que ellas puedan ser también protagonistas de las políticas públicas, para que se escuche su voz y sean impulsoras del cambio. La celebración del Día Internacional de la Niña nos permite volver a renovar los compromisos mundiales contraídos con las niñas y que aún están por cumplir. El matrimonio infantil forzado, la violencia sexual, la falta de escolarización persisten hoy en día y no podemos fallar en la construcción de una sociedad que promueva y proteja los derechos de las niñas y trabaje en la concienciación sobre sus necesidades y su potencial. Debido al cambio tecnológico y a las emergencias humanitarias actuales, las niñas están haciendo frente a nuevos problemas y encabezando movimientos que exigen medidas para combatir el cambio climático, poner freno al matrimonio precoz y a la mutilación genital femenina. Las niñas están haciendo valer su poder como agentes de cambio en todo el mundo. En Navarra nos reafirmamos en nuestro firme compromiso a la hora de implementar políticas públicas destinadas a la protección, la salud, los derechos sexuales y reproductivos, la coeducación, el empoderamiento económico y político y la protección de los derechos de las niñas como una cuestión esencial de justicia e igualdad.Para hacer frente a los inmensos desafíos de la situación actual, nos hace falta escuchar la voz de las niñas, el mundo no puede privarse del potencial, la inteligencia y la creatividad de los millones de niñas y adolescentes que tienen que ser protagonistas de su futuro.Este 11 de octubre nos recuerda, una vez más, la importancia de construir un mundo libre de violencia para las niñas, en el que el empoderamiento feminista sea la base sobre la que puedan construir el futuro que ellas elijan, ya que las niñas serán el motor real del cambio social.