Fecha que celebramos el día de los santos inocentes, y hubo un tiempo que había un gran ingenio para idear inocentadas, pero de unos años a esta parte, quizás porque vamos perdiendo el sentido del humor, lo cierto es que ese día tan divertido que podía ser, hoy ha quedado en el olvido. Un brutal descenso en el precio de la vivienda, una reducción significativa en los impuestos directos, y obligar que en el hemiciclo tuvieran que aplaudir todas sus señorías, hablara quien hablase, podían ser temas para unas buenas inocentadas. Debiera ser el día de los santos y santas, pues aun cuando sean más numerosos ellos, lo cierto es que también hubo grandes santas que no debemos ignorar. Con la que nos está cayendo, más de uno habrá soñado que esta pandemia es una inocentada, pero ahí estamos aguantando el chaparrón, envejeciendo, que es como subir una gran montaña, donde mientras se sube las fuerzas disminuyen, pero la mirada es más libre, y la vista más amplia y serena.