Cuando a un conductor/a le paran infringiendo la norma de tráfico por consumo de alcohol, además de la multa, detracción de puntos, supresión del carnet de conducir, obligación de acudir a unas clases de educación vial, le sancionan con un tiempo de trabajos sociales.

Así que yo sugiero, a quien le competa, que a ese importante número de personas de cualquier edad, género, condición, con estudios, sin ellos, con carreras y hasta peinando canas, que siguen negando la existencia de la covid-19 y además se atreven a decir que las imágenes que nos muestran en televisión son decorados que usan los estudios de grabación de cine para hacer películas o series, les sancionen además de con la multa correspondiente, con la obligación de hacer trabajo social en los hospitales, por ejemplo, pasando con los equipos EPI adecuados y un celador de guía, por las UCI de cualquier centro.

Lo mismo pido para todos los que no dejan de celebrar botellones, reuniones masivas en domicilios, naves recónditas y propagan de tal manera los contagios que nos las vamos a desear para erradicar el virus. Quizá entonces se les abran los ojos o despierten de su ignorancia y añadan su granito de arena a la erradicación de esta pandemia. Está comprobado que solo las multas no sirven y además de todas las personas que pillan con botellones en pisos y en los sitios más recónditos, solo unas pocas se van con ella y no parece que sirva de escarmiento, porque las acciones siguen.

Sabemos que no están concienciados y, por lo tanto, las advertencias no cumplen su misión. Hay que buscar algo más impactante.Tenemos al personal sanitario cansado, agobiado, desmoralizado, al límite, porque ven la carga que ellos tienen por sacar adelante vidas y la poca empatía de los que solo piensan en disfrutar y mantener sus relaciones sociales a costa de todo.Un poco de sentido común y sanciones o castigos que surtan efecto (que abran los ojos).