Entre las medidas de suavización de las medidas anti-covid se apunta la apertura de bajeras de jóvenes. Después de 487 días cerradas la medida se presenta como atractiva y con cierta empatía con los jóvenes. Los hay que ya la señalan como el aliviadero de los macrobotellones. Así que recordar ahora todas las polémicas que generaron años pasados las dichosas bajeras parece de aguafiestas. Y manifestar nuestra desconfianza ante esa milagrosa Declaración responsable a la Secretaría Técnica de Salud o ante los ayuntamientos correspondientes, como propia de gente insociable. Por si fuera poco, y quizás por la urgencia, la información se da sin matices, y en principio se abren sin horario y sin aforo, o sea, sin condiciones porque son espacios privados. Así que conviene puntualizar que, después de largos y conflictivos años, en el 2016 Pamplona se dotó de una normativa de bajeras de jóvenes que costó sangre, sudor, lágrimas, difamaciones y broncasmil y con los siguientes puntos básicos: 1. Horario. Hasta las 12 de la noche de domingo a jueves. Hasta las 2 y media viernes y sábados. 2. Insonorización de la bajera. 3. Aforo según superficie. 4. Distancia entre bajeras. 5. Nivel de decibelios. Hay más información en nuestro blog de afectadosalquilerbajerasociomilagrosa.blogspot.com.Como decimos, nuestra fe en las llamadas a la responsabilidad y a la empatía con el vecindario, visto el nulo éxito de los sufridos vecinos del Casco Viejo con el juevintxo y nuestros largos años de amarga experiencia, es más bien quebradiza. Preferimos apoyarnos en la normativa de bajeras que se ha revelado eficaz y que sirvió de inspiración, en mayor o menor grado, para otras poblaciones no sólo de Navarra sino de más amplia geografía. Antes de que este viernes se permita esa inquietante apertura sin horario y sin aforo, dicho queda. Y a quien corresponda.