Tras la última inundación del río Arga, quiero exponer mi punto de vista del porqué, a pesar de haber sido una de las mayores de las últimas que hemos sufrido, ha contribuido a hacerla más dañina y extensa, anegando zonas que ni la gente mayor edad había conocido.No soy experto en estos temas y siempre he confiado en los que más saben y se dedican a la restauración de ríos y obras hidráulicas. Pero el sentido común por parte de los que no somos expertos también cuenta.Soy aficionado a pasear en bicicleta de MTB y uno de los recorridos que más frecuento es a través de la mota que, para defensa del río y eliminación de meandros, se levantó a lo largo de Falces, Peralta y Funes entre los años 70-80 del siglo pasado. Normalmente cada vez que había una inundación y, una vez ya podía salir a andar, me iba a ver los destrozos que la fuerza del río ocasionaba a lo largo de los 20 kilómetros de mota. Siempre había dos puntos en la margen izquierda en los que el río saltaba la mota socavando parte de ella, pero sin llegar a la rotura total. La situada en Falces era la que más deteriorada quedaba. De hecho, se cerraba el tráfico de vehículos. Al tiempo se reparaba aportando materia de zahorras de gravas. Cualquier persona podía pensar que estos puntos por donde el río intentaba salir suponía un peligro potencial inminente. Y así ha sido, esta vez la fuerza del río hizo una rotura total. Calculo que el boquete puede tener 10 metros de largo por unos 3 de alto. No quiero imaginarme la potencia que tuvo que producir en caudal y velocidad tal brecha dando paso a un nuevo río repentino, dirigiéndolo hacia la margen izquierda del río con gran fuerza destructiva.Esto ha ocasionado dos efectos. Uno, que al romper la mota el río en la margen izquierda se alivió de caudal de la derecha, desde ese punto hacia abajo. Caudal, que en teoría debía de pasar por el puente de Peralta. Da la circunstancia de que todo el casco urbano de Peralta queda en la margen derecha del río, por lo que se benefició de menor inundación. Pero debe ser sabido que en los ríos, lo que a unos beneficia, a los otros, los de más abajo, generalmente les perjudica. Tal desvío de agua provocó que la margen izquierda tuviese una doble inundación con el nuevo torrente de río, con los consabidos destrozos que ha ocasionado en la margen izquierda del casco urbano de Funes, tanto en sus viviendas como también en industrias, cultivos, infraestructuras, casetas de campo, etcétera, de Peralta y Funes. Yo me pregunto, ¿pero la CHE, con sus medios de todo tipo humano, técnico y económico, no es capaz de dar solución perdurable a aquellos lugares en el que río nos avisa de los puntos débiles? Entiendo que la forma de corregir esas anomalías sería mediante la fábrica de badenes reforzados de hormigón en los lugares indicados, de forma que si tiene que pasar agua lo haga de forma controlada y sin tal efecto destructivo por rotura que en tal caso tiene efectos devastadores.Ni que decir que los tres ayuntamientos y el Gobierno de Navarra tienen la obligación de comunicar oficialmente a la CHE si esta hace dejación de su función en estas reparaciones de suma importancia.