Salarios miserables, tasas de paro juvenil altísimas, inestabilidad laboral, contratos de prácticas, encarecimiento de las necesidades básicas, alquileres desorbitados... Aumento de la represión y de la presencia policial, toques de queda, denuncias, pasaporte covid, criminalización de la juventud, aumento de mecanismos de control social, recortes de derechos y libertades políticas, colapso del sistema de Atención Primaria, recortes en los servicios públicos...La tendencia es clara: cada vez más pobreza y menos derechos para la clase trabajadora, y nos quieren acostumbrar a ello. Esta pandemia ha acelerado tendencias que ya se venían dando, pero no lo olvidemos: el covid-19 no toma decisiones políticas.Fondos europeos, reforma laboral, reforma del sistema de pensiones... Estamos perdiendo por goleada, pero hay quien no se ha enterado todavía. En tiempos de crisis, la burguesía necesita poner en marcha un proceso de reestructuración, con el fin de modernizarse y relanzar los beneficios. El futuro se presenta negro y, desde luego, no podemos esperar que quienes están en el Parlamento cambien esta situación. Y es que no es una cuestión únicamente de voluntad, su incapacidad es estructural. Estos partidos políticos, sean de izquierdas o de derechas, al fin y al cabo, están subordinados a los intereses del capital y actúan en consecuencia. Los partidos políticos son los gestores de estos intereses, y se limitan a gestionar la miseria que los grandes empresarios y banqueros están generando. Quien pone el dinero manda y, por supuesto, las inversiones que realizan no están encaminadas a asegurar el bienestar de todas las personas.Si realmente queremos cambiarlo todo debemos organizarnos de manera independiente, al margen de la farsa de los políticos profesionales. Únicamente así podremos arrebatar el poder a la clase burguesa y establecer un modelo político, económico y social cuyo eje no sea la valorización del capital. Y eso pasa por la construcción del socialismo. Porque tenemos poco que perder, y todo por ganar, el 29 de enero saldremos a la calle a denunciar esta barbarie y a luchar por nuestros derechos en la manifestación convocada por Gazte Koordinadora Sozialista. Nos vemos a las 18:00 de la tarde en el Paseo Sarasate.