Vamos a hablar bien de las vacas del campo, que buena falta les hace. No a las macrogranjas. Prefiero escuchar a un niño en un museo de París: "...las vacas tienen seis lados: el de la izquierda, el de la derecha, el de arriba, el de abajo, el de la parte de atrás tiene un rabo que le cuelga una brocha. Con esta brocha espanta a las moscas para que no caigan en la leche... la cabeza le sale para que le salgan los cuernos, además porque la boca tiene que estar en alguna parte. Por la parte de abajo tiene la leche. Cuando se le ordeña, la leche viene y ya no para nunca. El marido de la vaca es el buey. El buey no es mamífero. La vaca no come mucho, pero lo que come lo come dos veces, así que ya tiene bastante. Cuando tiene hambre muge, y cuando no dice nada es que está llena de hierba por dentro. Las patas le llegan hasta el suelo".