Cuando algo está revuelto y complicado decimos: ¡cómo está el patio!, y hoy, el mundo en general, y lo que está ocurriendo en Ucrania en particular, nos hace decir ¡cómo está el patio! Porque, ¿ya sabemos las causas de tanto horror? Tenemos tanta información que quien más quien menos estamos hechos un lío. El problema fundamental que acarrea la humanidad es el no saber quién es el bueno y quién es el malo, y mientras no seamos capaces de dilucidar esto iremos de culo, con perdón. En España, por ejemplo, tal y como están las cosas, decimos: ¡cómo está el patio! Al haber tantos políticos, tantos partidos, dificulta llegar a acuerdos, y por lo visto, al no saber determinar quién es el malo, siempre tendremos el patio revuelto. Se dice que la alegría de ver y entender es el más perfecto don de la naturaleza, y tal y como está hoy el planeta no podemos por menos que decir ¡cómo está el patio!