a situación es insostenible. En los últimos meses, los autónomos y las pequeñas y medianas empresas que se dedican al transporte de mercancías por carretera están sufriendo con especial ensañamiento la brutal escalada del precio del gasoil, motor imprescindible para la realización de su trabajo. Acudir a una gasolinera es, hoy más que nunca, un auténtico suplicio. Tanto el diésel como la gasolina marcan su precio histórico más alto en España, encadenando su novena subida semanal consecutiva (el diésel se ha encarecido un 11% en lo que va de año) y esta es una tendencia que parece no tener fin. Las gasolineras alcanzan esta semana cifras históricas que rozan ya los dos euros por litro.

Las perspectivas no son buenas. Esta subida incontrolada del precio del gasoil, un 50% más alto que hace un año, y las trabas que están encontrando los transportistas para poder repercutirlo en sus clientes (una norma de obligado cumplimiento que ya ha sido aprobada por el Real Decreto-Ley 3/2020 del 1 de marzo tras las negociaciones llevadas a cabo entre el sector y el Gobierno, y que establece la obligatoriedad de actualizar las tarifas del transporte a la variación del precio del gasóleo), está marcando la grave situación que atraviesa el sector y generando una gran incertidumbre entre estos profesionales, ya que casi el 40% del coste de explotación de un camión lo representa el carburante. A ello, tampoco lo podemos olvidar, se suman otra serie de problemas, como el bajo precio de los portes, la competencia desleal, el no reconocimiento de enfermedades profesionales o el no tener acceso a una jubilación anticipada, que están sumiendo al transporte en una situación caótica que resulta imposible de paliar.

Los 100.000 transportistas que actualmente operan en España se enfrentan hoy a una situación económica enormemente crítica y, de no adoptarse soluciones urgentes por parte del Gobierno en los próximos días, este sector esencial para el correcto funcionamiento de la sociedad se verá abocado a un colapso total a corto plazo y a la paralización de la actividad al no poder absorber los incontrolados incrementos de sus costes.

Tradisna, como representante de los autónomos y pymes navarras, exige al Gobierno que, con carácter urgente y excepcional, intervenga el mercado de los carburantes en España, que limite los precios máximos de venta. Que no se beneficie de esta situación y no permita que se beneficien tampoco las grandes compañías energéticas, las cuales están obteniendo unas ganancias escandalosas a costa de los pequeños consumidores y de hacer pagano al transporte. Si no, nos veremos obligados a parar, como ya lo han hecho los transportistas de portavehiculos, generando una crisis aún mayor en todo el país.

Firman esta carta: Ildefonso Gámez, Iñaki Goñi, José Ignacio Bea, Nieves López, Peio Perochena, Luis Manuel Machinandiarena, Miguel Casteleiro, Juan ÁbregoJunta Directiva de Tradisna (Asociación de Transportistas de Navarra)

Tanto el diésel como la gasolina marcan su precio histórico más alto en España, encadenando su novena subida semanal

Los 100.000 transportistas que actualmente operan en España se enfrentan hoy a una situación económica enormemente crítica