El intelecto y la técnica humana se han dado la mano en el más grande logro conseguido por nuestra civilización. Y es que, por fin, y negando todas las leyes de la física que decían que era imposible, nuestros científicos han desarrollado y construido una nave que ha viajado hasta los confines del universo. Pero, ¿no decía Einstein que nada puede viajar más veloz que la velocidad de la luz?, ¿y no se supone que es imposible llegar hasta los bordes de un universo en expansión? Sí, lo era, pero antes de que nuestros científicos descubrieran los puentes temporales que atraviesan dimensiones y que unen coordenadas del universo antes imposibles de explorar. Nuestra nave ha llegado hasta los confines del universo atravesando dimensiones hasta donde nunca nadie ha llegado. Por fin vamos a saber qué hay detrás de la frontera de lo existente. ¿Es el universo infinito? ¿Qué hay detrás del velo del fin del universo? Si vemos lo que hay detrás del fin, sabremos lo que había antes del inicio.Nuestros científicos en la tierra están en permanente contacto con la nave que desde el más remoto confín del universo transmite sin parar. Los radiotelescopios de nuestro planeta por una vez enfocan hacia el mismo punto del cielo escrutando las señales de la nave exploradora. Toda la humanidad está pendiente, atenta a las señales. Se va a desentrañar el misterio de la creación, de dónde venimos y hacia dónde vamos. ¿Qué había antes de que todo existiera?Pero, atención, la nave está alcanzando el borde mismo de la realidad. Allí el universo se termina..., y..., las señales se pierden. Hay interferencias. Toda la humanidad contiene la respiración. ¿Qué ha pasado?, ¿la nave ha desparecido?... No, los radiotelescopios vuelven a captar señales. En el centro de interpretación no se oye el vuelo de una mosca. Todo el mundo contiene la respiración. ¿Qué es eso?, ¿qué es?, ¿una señal? Pero, un momento, ¿de dónde procede? Se cruzan informaciones contradictorias. Durante unas horas todo es confuso. Pero una cosa es clara, las señales han vuelto, sólo que viene del otro extremo del universo. Rápidamente los telescopios enfocan hacia allí. ¿Qué es?, es la nave que vuelve, ¿cómo es posible?La señal viene clara. La información se difunde. La nave ha cruzado la frontera del universo y vuelve por el extremo opuesto. En el centro de interpretación se extiende un silencio grave, pesado como una losa. El mundo entero tiene su respuesta y la humanidad su condena por su osadía. Por fin tenemos la respuesta definitiva a la gran pregunta de nuestra existencia. Hemos llamado a las puertas de Dios y éste nos ha respondido: el universo es esférico, las fronteras son el inicio, y el tiempo y el espacio son bucles sin inicio ni final.