ecorrimos la Plaza Roja en marzo y nos impresionó lo cerúleo del supuesto cadáver de Lenin expuesto en la semipenumbra de su mausoleo y cercadas por hombres de dos metros. Sus abrigos se sostenían de pie como tipis indios cuando se los quitaban. Olía dulce en los restaurantes iluminados por velas, las mujeres se cubrían con pañuelos de flores y vendían sobre una tela estirada en el suelo latas de conservas, calcetines y una patata. Sentadas o en cuclillas en medio de avenidas donde el aire corría como Usain Bolt si hubiera nacido en la Antártida. Gélido y blanco. Tanques y manifestantes taponaban calles con una épica que llamaba a la guerra y el Ermitage nos desarmaba de pura belleza. Pero sólo era 1993, la transición del comunismo al capitalismo. Aún faltaban 19 años para que un colectivo de chicas con pasamontañas amarillos, verdes y fucsias gritara, cantara y escupiera toda la rabia del punk contra el sistema político ruso y a favor de los derechos de la mujer, del LGTBI y de cualquier persona que quisiera expresarse con libertad dentro de ese mismo sistema. Lo hicieron en una catedral de Moscú que no visitamos, la de Cristo Salvador, y lo llamaron oración. "Madre de Dios, echa a Putin". Dos años de cárcel, repercusión mediática nivel alfa, apoyo internacional. Pero ni la madre de dios pudo echar a Putin del Kremlin. Han pasado 10 años. Y Maria "Masha" Alyokhina, la líder de las Pussy, tras ser condenada a prisión por enésima vez y por críticas a Putin, ha escapado de una Rusia que no la representa ni a ella ni a millones de personas. Ha cruzado la frontera a Bielorrusia. Con una orden de busca y captura. Sin pasaporte internacional. Con su novia Lucy y con una clase de valor que me desarma como la belleza del Ermitage y las mujeres que sobrevivían en aquellas avenidas. Con la brillante idea de vestirse de repartidoras de comida a domicilio. Con uniforme y mochila de un verde esperanza bestial. Su banda va a incendiar Rusia esta noche desde Amsterdam y en junio lo hará desde Barcelona, Zaragoza y Madrid. ¿Llegará al escenario? l