na cosa es el fetiche político y otra lo que vamos a hacer". Reveladoras palabras de la vicepresidenta estatal Yolanda Díaz relativas a la reforma laboral. También podría decirlas la presidenta navarra Chivite a propósito de la subvención a colegios privados que segregan por sexo. Con idéntica franqueza. A propuesta de Podemos -miembro del gobierno foral de coalición- y de Izquierda-Ezkerra -apoyo parlamentario externo-, el Parlamento Foral aprobó una resolución que insta a retirar el concierto a los colegios privados del Opus Dei que incumplen la ley estatal reguladora de financiación de estos centros. PSN y Geroa Bai apoyaron la iniciativa, así como EH-Bildu. Los nacionalistas democristianos con cautela: "Debemos ser muy rigurosos y evitar cualquier tipo de inseguridad jurídica". Los socialistas, sin tapujos en su intención futura: el Gobierno "valorará seguir pagando" aunque se determine el incumplimiento. El fetiche del acuerdo programático. La decisión final, apaño del Ejecutivo. Los centros Irabia-Izaga y Miravalles-El Redín se comprometieron a aplicar la formación mixta, pero solo lo han hecho en primero de Primaria. El consejero de Educación "no aboga por una interrupción del concierto (l2,5 millones de euros) de manera inmediata" y apela a una cláusula legislativa foral que pretende "garantizar" la continuidad de los alumnos hasta que finalicen su etapa educativa. En sexto. Una moratoria de cinco cursos contraria al evidente fetiche del acuerdo programático, un señuelo populista más que un compromiso serio. El voto contrario de Navarra Suma llegó desde las "antípodas" (Marta Álvarez): no comparten "ni modelo de educación, ni de políticas de empleo, ni de política fiscal, ni de modelo social". Tres modelos educativos: público, concertado (eufemismo de privado subvencionado, incluye ikastolas) y privado confesional. O sea, el fetiche de la izquierda, el mimado transversal y el sectario consentido. Formas de segregación.