Hoy, un test tecnológico: 1) ¿Tiene a menudo la sensación de haberse quedado atrás en todo ese rollo de la informática, internet, redes sociales, etcétera? 2) ¿Añora esos pocos años en los que los móviles eran sólo teléfonos y no todo eso que son ahora? 3) ¿Desconoce la diferencia entre un smartphone y un iphone, y no lo piensa buscar en internet porque le trae sin cuidado? 4) ¿Le da un repelús insoportable comprar a través de internet, por temor a que le desplumen la cuenta? 5) ¿Sospecha que hay un acuerdo secreto entre Iberdrola y los fabricantes de baterías para móviles, para que haya que recargarlos varias veces al día? 6) ¿Acostumbra a camelar a sus hijos/sobrinos/nietos para que le ayuden a adjuntar una foto/descargar una aplicación/etcétera? 7) ¿Teme acabar convertido en un analfabeto funcional en este nuevo mundo de las maquinitas? Y 8) ¿Sospecha que algún día Skynet tomará conciencia de sí mismo y declarará la guerra a los humanos como en Terminator? (Ésta última olvídela, que nos hemos venido arriba).

Si su respuesta es afirmativa en alguna de estas preguntas, hay que darle la bienvenida al Club de los Tecnoperezosos (no se preocupe de momento por la cuota anual, porque hay que crear una web para cobrarla, y a saber cómo coño se hace eso).

Si le vale de consuelo, somos tropecientos mil socios. Y no, no queremos volver al Medievo. Y no, no estamos en contra del progreso tecnológico. Solo nos define que nos sentimos abrumados y que nos duele comprobar que cualquier adolescente nos da ciento y raya en todo esto que nos está cayendo encima.

Y sí, claro que sabemos que para solucionarlo nos bastaría con ponernos al día regularmente, que hay cursos, incluso gratuitos, para hacerlo. Pero... qué pereza.

Y así seguiremos, avanzando (qué remedio), pero a nuestro ritmo y no al de esta vorágine perpetua de novedades y cambios, que alguien tiene que mantener los pies en el suelo mientras el resto se sube a ese torbellino que no sabemos si creará un mundo mejor o peor, pero que de momento lo está haciendo mucho más complicado.