Detrás de los datos siempre hay realidades. Las cifras y porcentajes, tantas veces abrumadoras, no acaban en los números sino que esconden mucho más de lo que muestran. Y las matemáticas aplicadas a la vida diaria son un claro ejemplo. Precisamente han sido las matemáticas las que nos han llevado hasta uno de los principales problemas de la Educación en Navarra. No hacia falta que el nuevo informe PISA nos situara en una realidad del sistema educativo ya conocida, en cuanto a uno de sus aspectos más importantes y polémicos como es la distribución del alumnado inmigrante entre los centros públicos y concertados. Pero han sido los números, el descenso en los resultados obtenidos en matemáticas y otras materias lo que ha hecho saltar las alarmas y lo que es mejor, lo que parece se va a convertir en un paso hacia adelante por fin hacia un sistema educativo mas justo y equilibrado, donde no haya desigualdades en función del origen y la situación socioeconómica del alumnado. En definitiva, poner coto y acabar con los centros de primera y de segunda, según tengan o no estudiantes de origen extranjero, intentando que todos, los públicos y concertados, tengan las mismas obligaciones para acoger a este alumnado, que de entrada es igual que el resto. El citado informe sitúa a Navarra en la cabeza en cuanto a resultados en competencia matemática y sexta en científica. Pero los datos ponen de manifiesto un descenso general en ambas competencias. Descenso que desde el departamento de Educación achacan a varios factores y a uno en concreto sobre el que van a actuar a la vista de la diferencia de los resultados obtenidos según sea alumnado nativo o inmigrante y por la desigual presencia de este último colectivo en la red educativa pública y concertada, con centros donde prácticamente no existen inmigrantes, frente a otros donde el porcentaje de escolares en desventaja sociocultural o menos favorecida se dispara. Es imprescindible revertir la situación y lograr una distribución equilibrada del alumnado en todos los centros educativos financiados con fondos públicos. La libre elección de centro debe ser para todos y todas en las mismas condiciones, con independencia del origen y de la situación económica y social de las familias. La calidad de un sistema educativo se mide sobre todo por su equidad. No sé si eso mejorará los números, pero seguro mejora la vida de muchos estudiantes.