Si los curas y frailes supieran, la paliza que van a llevar..../por las calles irían gritando, Libertad, Libertad, Libertad!/ Cueste lo que cueste hay que conseguir, que desaparezca la... (omito el cuerpo por si acaso que tal y como están los tiempos...) ¡Uf! un delito de lesiones, dos de odio y otro de atentado a agente de la autoridad. Y todo ello organizado y siguiendo una estrategia porque ensayan todas las semanas el repertorio con los sones del anticonstitucional himno de Riego y luego salen a la calle seguidos de una multitud que lo corea. Y es que el Ministerio del Interior se empeña en rastrear tuits y redes sociales buscando raperos cuando con darse una vuelta por las calles de San Fermín lo tiene hecho. O como mucho esperar a la noche de San Lorenzo. Las txarangas son el auténtico motor de rebelión y sedición del siglo XXI. Ya veo a Freddy con su tuba acompañando a Evaristo, el de la Polla Records, camino de la Audiencia Nacional. O a Palomino, el Pesca y Petro refugiados en Bélgica. El banjo de Faustino no está considerado aún un arma de destrucción masiva... La cosa está muy malita. Pero ya fuera de bromas, por seguir con San Fermín y sabiendo que las comparaciones son odiosas, alguien tendrá que explicar lo siguiente sin palabrería jurídica. A ver. Una noche de farra en Pamplona un guardia civil de paisano participa en un “abuso sexual en grupo” (violación para la mayoría de la gente...) y es condenado a 9 años. El hecho de que fuera un agente de la autoridad en el que la ciudadanía deposita su confianza no se traduce en agravante ni en algo determinante. A las mismas horas de una madrugada, meses después, en Alsasua, otro joven -también guardia civil- se ve envuelto en una trifulca y según la sentencia es golpeado por otros en un bar en situación de minoría. En este caso su profesión, aún sin uniforme, es decisiva para elevar la condena también a 9 años -en el mejor de los casos- de los agresores. Unos fueron juzgados en Pamplona de forma ordinaria, los otros en Madrid por la AN. ¿Qué es lo importante para la Justicia? ¿Las personas o las instituciones? No sé. Que alguien lo explique para que la gente lo entienda. No es raro que miles y miles de personas vuelvan a salir hoy a la calle para pedir justicia como pasó con La Manada. Ojalá que la mani se desarrolle con el civismo y la serenidad que mantienen las familias. Pachi, ikusi eta ikasi...