a mayoría municipal en el Ayuntamiento de Pamplona censuró ayer la gestión de la concejala delegada de Deportes María Caballero por su gestión "chapucera" y "falta de transparencia" con la competición de hípica celebrada en los fosos de la Ciudadela del 2 al 12 de septiembre. La concejala de Navarra Suma se convirtió ayer en la cuarta representante del equipo de Gobierno reprobada por los grupos EH Bildu, PSN y Geroa Bai en lo que va de legislatura. Lo fue el alcalde Enrique Maya en dos ocasiones (la última por ocultar información sobre una encuesta relativa a escuelas infantiles); Javier Labairu (sacó su coche del depósito de la grúa municipal sin abonar la multa ni la tasa); Fernando Sesma de Educación (por no adecuar oferta a demanda en las escuelas infantiles municipales) y Fermín Alonso por su gestión en materia de movilidad (la reinstauración de los aparcamientos en la avenida de Pío XII, la reapertura del tráfico en la calle Padre Moret o el retraso en el carril bici del Labrit). En definitiva, por oscurantismo, incumplimiento de acuerdos, mala gestión e improvisación. En la última declaración se exige información sobre los gastos del evento ecuestre y que todos los costes originados, salvo el patrocinio municipal de 35.000 euros, recaigan en la organización del certamen como el consumo de agua. Queda también pendiente el informe de Jardinería para conocer el estado que presentan los fosos tras el concurso (360 toneladas de arena que permanecieron mes y medio sin ser retirados) a la vista de los desperfectos generados (parte de la acequia ha sido destrozada y varios bloques de piedra se habían levantado), así como la inversión que ha requerido su reparación. O el impacto que tuvo esta competición que atrajo a 300 jinetes en distintas modalidades y para la que se habilitaron diversos boxes en los fosos como establos para los caballos. Una iniciativa cien por cien privada, sin consenso municipal, a la que se ha criticado de elitista, cuya organización en un espacio público protegido como son las murallas no contó con permiso de ningún área municipal ni de Príncipe de Viana, y vinculada a Amaya Otamendi, ex concejala de UPN, una de las organizadoras del torneo y a cuyo estudio de arquitectura se encargó el proyecto. Navarra Suma continúa en su huída hacia adelante pese a la minoría en la que se haya instalada en Iruña. Tomando decisiones que no tienen en cuenta el interés mayoritario sino sus propios intereses. Y todavía queda mucha legislatura por delante.