n medio de tanta información negativa, en un momento marcado por el cansancio, la crispación y la incertidumbre generada por la pandemia, se agradecen doblemente noticias que pongan en valor el sistema de salud de Navarra y la importancia de la solidaridad cuando se habla de salud. La Comunidad Foral ha vuelto a demostrar la respuesta solidaria de sus ciudadanos y ciudadanas, ya que en el pasado 2021 con 41 donantes fue la única del Estado que superó las cifras de donación y trasplantes de 2019, último año de referencia antes del Covid-19, en el que se registraron 34 donantes frente a los 41 del pasado año, el de la recuperación también a nivel estatal. Pero incluso en los momentos más complicados de la pandemia, en 2020 se consolidó como una de las tres autonomías que consiguieron mejorar sus datos respecto al año previo. Cifras que se conocieron ayer en la inauguración de un nuevo servicio de Osasunbidea, la Oficina de Coordinación Autonómica de Trasplantes, que pretende ser un punto de referencia para desarrollar estrategias y mejorar las tasas de donación y trasplantes de Navarra. En definitiva, una nueva puerta abierta desde la que concienciar a la sociedad de la importancia de la donación de órganos, una tarea siempre complicada en la que hay que sopesar el dolor de quien pierde una vida con la alegría de quien la recupera. Gracias a los órganos de los 41 donantes ha sido posible realizar 97 trasplantes. Una nueva oportunidad de vida para todos esos receptores o receptoras, que en muchos casos padecen su tiempo de enfermedad con la angustia de la espera. Los avances sanitarios en materia de donación son claves, ayer se conocía también que el Hospital Vall d'Hebron de Barcelona ha realizado por primera vez en España tres trasplantes de pulmón a una misma persona. Pasos decisivos que se dan gracias a la ciencia y la investigación y que solo son posibles si se refuerza el sistema sanitario, duramente tocado tras dos años de pandemia. La donación de órganos es siempre un acto complicado en el que a veces la falta de información puede jugar en contra. De ahí que sea preciso acercar a la sociedad toda la información precisa para impulsar y fortalecer todo tipo de donaciones. Asumir en el momento del dolor que una pérdida humana puede suponer una esperanza de vida para otra persona sigue exigiendo un enorme acto de generosidad. Un dato que muestra donde está Navarra en este campo es que de cada diez familias a las que se les plantea la donación, ocho aceptan.