n los últimos días se han hecho públicas diversas estadísticas sobre empleo de las que es oportuno obtener algunas conclusiones o, cuando menos, extraer pautas para definir estrategias. La más reciente es la inscripción de demandantes de empleo, que conocimos ayer en relación al mes de enero, y que ofrece algunos elementos a destacar. En primer lugar, la estacionalidad del comportamiento del mercado de trabajo es constatable al identificar los sectores con mejor y peor desempeño. Así, enero es un mes tradicionalmente difícil para el sector servicios por el final de las campañas de navidad en el comercio. No ha sido excepción en ese sentido pese a que los datos referidos a Navarra constatan que la estabilización de empleos en términos interanuales va al alza, con cerca de 8.762 nuevos cotizantes que en el inicio de 2021. Junto a ello, se constata asimismo que la estabilidad es un factor más apreciable en los sectores industriales y de construcción, donde no solo no ha habido pérdida sino que se han incrementado las contrataciones. Esta sectorialización del empleo estacional es especialmente evidente en el sector servicios y lleva a otra señal de alerta: la feminización del paro. Navarra ha registrado una pérdida de empleos ocupados por mujeres frente al aumento de contratos en aquellos ocupados por hombres. El paro subió en 791 personas en enero, 692 de ellas mujeres. El perfil mayoritario de persona desempleada se corresponde con el de una mujer entre 25 y 34 años, de nacionalidad española y con estudios básicos. De nuevo, estacionalidad y el perfil de actividad del comercio, servicios u hostelería construyen un escenario que afecta a las navarras más que a los navarros. El tejido económico navarro precisa, por tanto, profundizar en los sectores de mayor estabilidad, mayor calidad y mayor valor añadido en el empleo, inevitablemente vinculado a ámbitos industriales, tecnología, renovables y construcción. La orientación de las iniciativas públicas en favor del enriquecimiento del tejido económico navarro en esos entornos es el mejor mecanismo para seguir profundizando en el descenso del desempleo. Cabe entender un efecto coyuntural que se constata en el incremento de contratos indefinidos, toda vez que se han limitado las posibilidades de contratación temporal. Navarra contabilizó 2.764 contratos fijos en enero, una cifra en este mes que no se veía desde 2007. La progresión positiva de la economía, aunque en el último trimestre de 2021 confirmó su ralentización, y el impulso de las inspecciones de trabajo por parte del Estado han favorecido esta tendencia en las empresas.