os efectos de la pandemia de covid que ahora parecen haberse atemperado tras una brutal sexta ola han sido como un tsunami del que nada ni nadie ha quedado indemne, en mayor o menor medida. De los primeros y directos ataques a la salud, el paso del tiempo ha ido destapando también otros daños colaterales aunque no menos importantes porque de una u otra manera siguen repercutiendo en la integridad de las personas. En este sentido, y por lo que concierne a esa lacra que es la violencia contra las mujeres, un reciente estudio realizado a nivel europeo constata que el 77% de las consultadas tiene la certeza de que la pandemia de covid-19 provocó un aumento de la violencia física y emocional contra las mujeres en su país. Estos datos recogidos por el Eurobarómetro hecho público por el Parlamento Europeo coinciden con una semana trágica en el Estado en la que se han registrado dos nuevos asesinatos, y un comienzo de año en el que Navarra ha llorado la muerte de una mujer en Tudela a manos de su pareja. A esa dramática estadística de muertes y agresiones, la pandemia ha venido a sumar otras dificultades como una mayor carga como cuidadoras y en el plano laboral una nueva dilatación en la brecha de género porque la crisis económica derivada ha impactado en sectores feminizados, acarreando también mermas salariales. En este contexto, el Gobierno de Navarra reiteró el pasado viernes su compromiso en la lucha contra la violencia machista consolidando los recursos integrales que pone a disposición de las víctimas. En esa línea de trabajo destaca la elaboración de un Plan Estratégico de Igualdad que contempla un capítulo dedicada a la violencia contra las mujeres; asimismo se consolidarán los refuerzos de personal en los centros de acogida y se ha señalado 2023 para poner en marcha el Centro de Crisis contra las violencias sexuales, proyecto financiado por los fondos MMR y promovido por el Ministerio de Igualdad. La aportación de recursos por parte de la Administración es determinante para sostener la ayuda a las afectadas, cuya radiografía, a tenor de las encuestas, las presenta como la parte más vulnerable en situaciones de crisis. Porque, como sugiere el citado Eurobarómetro, los efectos sociales y económicos del coronavirus amenazan con revertir el progreso hacía la igualdad.