igue pasando y cada vez más. Dos jóvenes de 22 y 24 años fueron agredidas la semana pasada en la ciudad granadina de Motril por su orientación sexual. La pareja formada por Raquel y Patricia, de 22 y 24 años, respectivamente, disfrutaban de una noche de ocio en compañía de una tercera amiga cuando fueron increpadas y agredidas por un chaval de unos 25 años que quiso impedir su entrada a un local de copas después de dejar claro a una de ellas que estaba confundida y que "lo que necesitaba era una buena polla". En mi época esta grosería era bastante común y me repugna que se siga utilizando entre generaciones jóvenes, tanto para atacar a lesbianas como a mujeres heterosexuales que deciden no relacionarse en un momento dado con quien no le da la gana. Al menos sabemos que la propuesta presentada por Vox en la Asamblea de Madrid, que contemplaba la derogación de las leyes LGTBI y trans de la Comunidad, no ha sido admitida a trámite. Decae de momento porque el espíritu de la extrema derecha sigue calando en la opinión pública lamentablemente, alimentando el odio y la discriminación contra las personas LGTBI. Su oposición a los derechos de estas personas, desde el matrimonio homosexual a la adopción, pasando por su visibilización en las escuelas, amenaza con recortar algunos de los derechos conquistados en este país.