a paralización definitiva del proyecto de reurbanización del Paseo Sarasate es otro despropósito de la mala gestión de Maya y su equipo de Navarra Suma en el Ayuntamiento de Pamplona. Un paso atrás más que se suma a la larga lista de fracasos y renuncias que ya acumula este equipo de gobierno en los dos años y medio que lleva al frente de la ciudad. No es sólo un problema de actitud política, que también, es otro ejemplo de que la imposición es un muy mal camino. La reurbanización del Paseo de Sarasate era el proyecto más importante en la agenda de Navarra Suma para esta Legislatura, tanto por su valor como imagen de una actuación importante en el paseo más céntrico de Iruña como por el coste de inversión previsto de 10 millones de euros. Una errática gestión con cambios de criterio constantes sobre qué hacer y cómo hacerlo y un Concurso de Ideas del que resultaron ganadores tres propuestas que finalmente fueron dejadas de lado por el equipo de Maya, que una vez más decidió tirar por su cuenta, fueron ensombreciendo el futuro de esta actuación. El proyecto de reurbanización de Navarra Suma no convenció al resto de los grupos municipales, entre otras razones porque no contemplaba una solución satisfactoria que eliminara de una vez por todas el desnivel que presenta el paseo, convertido de facto en una barrera que dificulta la movilidad sostenible entre el Casco Viejo y el Ensanche. El desencuentro fue a más con el Ayuntamiento de Maya enrocado en su planteamiento y la oposición municipal reclamando otras soluciones. El rechazo de la mayoría municipal forzó al equipo de Maya a suspender en tres ocasiones la licitación de las obras ya aprobada. A ello se sumó la nueva derrota de Maya al intentar aprobar los Presupuestos de 2022 tras la ruptura de su anterior acuerdo con el PSN, según los socialistas por los importantes incumplimientos del pasado año. Sin Presupuestos, ya no sólo no había una mayoría suficiente para llevar adelante el plan de reurbanización como lo quería Navarra Suma, tampoco dinero para ello. Sin capacidad, y vista toda la actuación de Navarra Suma en este tema también sin interés, para echar mano del diálogo político para intentar llegar a acuerdos con alguno de los grupos municipales -hace falta voluntad y capacidad de cesión cuando se está en minoría política-, el destino ha sido otra vez dejar abandonado el proyecto estrella de Maya para esta Legislatura en la basura, junto a los estudios e informes acumulados. El concejal Fermín Alonso, quizá el mayor rectificador de decisiones de la Legislatura, arremetió con dureza contra los grupos municipales de PSN, EH Bildu y Geroa Bai como estrategia para desviar la atención de sus propias responsabilidades en este fracaso, pero la realidad de los hechos y la cronología de las actuaciones de cada protagonista reflejan una hemeroteca con un contenido muy diferente en el que él mismo y el alcalde Maya son los principales señalados. Otra de agua de borrajas en la gestión municipal de Navarra Suma para Pamplona y van muchas ya.