“Y la verdad es que esta declaración viene a romper el consenso que había en este Ayuntamiento”, Ana Elizalde, 3 de septiembre de 2020

ace un año, EH Bildu propuso crear la Comisión Covid para estudiar y elaborar “propuestas u otros de naturaleza análoga, relacionadas con la pandemia y sus consecuencias sociales y económicas”. Entonces, Navarra Suma no lo consideró urgente y votó en contra de su debate, pero salió adelante con el voto de la mayoría. Quedarán para siempre en las actas plenarias las palabras de su portavoz, Ana Elizalde, aquel 3 de septiembre de 2020, en plena pandemia.

El pasado 22 de octubre dimos cierre a esta comisión, a la vista de la mejora evidente de la situación sanitaria. Todos los grupos valoramos muy positivamente su aportación, incluso Navarra Suma. Pero EH Bildu hizo una valoración propia, positiva pero crítica con la gestión de algunas cuestiones por el equipo de gobierno, y pusimos sobre la mesa algunos debe que no se han resuelto eficazmente y algunos retos pendientes.

En estos 13 meses, a iniciativa de EH Bildu, participaron en la Comisión Covid representantes de algunos de los sectores sociales y económicos más afectados por la pandemia: la Casa Misericordia, las asociaciones de hostelería, las entidades que trabajan contra la pobreza y la exclusión, agentes del sector cultural y el movimiento feminista. Además, comparecieron a petición propia las responsables de Atención pprimaria de los Servicios Sociales municipales y dieron datos muy valiosos sobre el impacto de la crisis y el confinamiento en los sectores sociales más vulnerables. Es sin duda satisfactorio haberles ofrecido un espacio de escucha municipal plural. Pero también es cierto que no todos estos sectores han sido atendidos por igual en sus demandas y necesidades por el equipo de gobierno.

Tras proponer, en pleno confinamiento, crear bonos de comercio que mitigaran el efecto del cierre forzado de la economía local durante mes y medio, planteamos en Comisión Covid medidas para afrontar la situación de la hostelería. Se flexibilizaron condiciones para implantar y ampliar terrazas y se habilitaron nuevos espacios, decisiones en las que, con matices y alguna excepción, estuvimos de acuerdo todos los grupos. Fuimos capaces incluso de acordar unos criterios comunes para el caso del Casco Viejo, contando con el respaldo de consultas vecinales. Echamos en falta ese mismo proceso, no obstante, en implantaciones como la que rodea aún a día de hoy la plaza de toros (nuestra propuesta fue en el coso taurino) o el paseo de Sarasate...

Pero otras cuestiones no han sido resueltas con la misma diligencia e interés. El Ayuntamiento no destinó suficientes recursos al problema de la brecha digital que ha afectado de manera muy preocupante a personas mayores, migrantes y niños y niñas de familias con pocos recursos. Solo se invirtieron 15.000 euros en un programa puntual para escolares, pero no se quiso encauzar nuestra propuesta de facilitar atención personal en la red civivox.

Decenas de menores y jóvenes extranjeros sin referencias familiares han dormido en la calle en pleno invierno, habiendo espacios municipales como Salesianas u otros disponibles. Fue imposible aplicar la bonificación del 90% en la contribución a familias de rentas bajas porque el gobierno municipal no ha actualizado todavía la ponencia de valoración.

No se ha desarrollado una estrategia cultural solvente, pese a que el sector ha sido casi tan afectado como la hostelería. Y ha faltado una estrategia específica dirigida a la juventud y la adolescencia. Es más, el equipo de gobierno se negó en redondo a estudiar nuestra propuesta, Arnasgune, que ofertaba espacios de programación cultural y social al aire libre de manera descentralizada en los barrios.

Además, a día de hoy Navarra Suma mantiene aparcado el plan de vivienda social y no ha presentado aún un plan de mejora del Servicio de Atención Domiciliaria, cuyo papel fue esencial para decenas de personas dependientes en el confinamiento. Eso sí, corrió como la pólvora a cambiar su modelo de gestión a finales de 2020 pese a la frontal oposición de trabajadoras, numerosas asociaciones de mayores y la mitad de los grupos municipales.

Una vez levantadas las restricciones originadas por la pandemia nos queda ahora la imperiosa y urgente necesidad de afrontar dos retos: 1. Convocar la Mesa del Casco Histórico como primer paso para resolver la convivencia entre vecindario y hostelería en Casco Viejo y alcanzar acuerdos en torno a un modelo de barrio más equilibrado y habitable; 2. Romper las dinámicas de criminalización de la juventud y escucharla, idear alternativas de ocio, abordar el aumento de los consumos, encauzar la demanda de espacios de socialización y responder a las necesidades que están afectando a su salud mental. En EH Bildu seguiremos trabajando y haciendo aportaciones ante estos retos.

*Los autores son: Joseba Asiron Diaz, Eva Aranguren Arsuaga, Joxe Abaurrea San Juan, Maider Beloki Unzu, Borja Izagirre Larrañana, Marian Aldaia Gaztelu, Endika Alonso Irisarri, concejalas y concejales de EH Bildu Iruñea