PAMPLONA. Aclamados desde su llegada a la Plaza del Ayuntamiento, y jaleados cuando se pronunciaba su nombre por megafonía, los jugadores de Osasuna salieron a festejar el ascenso y a más de uno le pasó factura en sus palabras el ambiente generado, porque, sin quererlo, dieron pistas sobre su futuro.

Comenzó Sergio Herrera reconociendo que "hace un año recibía la peor noticia de mi vida y un año después estoy celebrando el ascenso", al mismo tiempo que reconocía que la familia que forma el vestuario le había hecho olvidar "ese papel de actor secundario".

Tras presentarlo con las pertinentes bromas sobre su nombre, Nacho Vidal agradeció a la afición rojilla haberle "acogido desde el primer día". Por su parte, Fran Mérida se salió del guion y tuvo palabras para los empleados del club "que hacen más fácil el trabajo del día a día", antes de que Xisco se mostrase orgulloso "de haber representado a este club, a esta afición y a esta ciudad".

Roberto Torres fue el que más cordura puso a sus palabras al pronunciar que "todos sabemos lo que nos ha costado llegar hasta aquí y por ello vamos a disfrutar de esta temporada tan bonita, con el estadio nuevo para el centenario", mientras que a Carlos Clerc, visiblemente emocionado, y envuelto en lágrimas con sabor a despedida, le fue imposible articular palabras.

También hubo un pequeño homenaje para el primer equipo femenino, que contó con representantes camuflados entre la parroquia rojilla, antes de que Rubén García cogiera el micrófono. El de Xátiva, bajo el cántico ¡Rubén quédate! no despejó la incógnita sobre su futuro, pero admitió sentirse "un navarro más" y agradeció el apoyo mostrado con un "como siempre digo, ¡todo al rojo!".

La lesión de ligamento cruzado y las muletas no le impidieron a Unai García devolver las muestras de agradecimiento recibidas en las últimas semanas, al igual que Lillo, que señaló que su corazón "ha estado enfermito, pero es rojo".

Al grito de ¡Vamos a Indara, Brandon vamos a Indara! Brandon Thomas sacó a relucir su euskera y, acto seguido, Juan Villar agradeció la oportunidad de jugar en Primera División. Kike Barja no encontró palabras para describir lo qué sentía celebrando un ascenso y Rober Ibáñez declaró su idea de vestir la camiseta rojilla al comunicar "ojalá pueda vestir esta camiseta en Primera División".

Acompañado por el cántico de ¡Que no son de Lezama, que son de Tajonar! Íñigo Pérez deseó no volver a celebrar un ascenso porque "sería una buena noticia". El homenaje también tuvo espacio para los canteranos habituales de Arrasate, ante de que Braulio le echase el cierre.

DETALLES Jagoba Arrasate canta un bertso dedicado a los aficionados. Jagoba Arrasate realizó toda su intervención en euskera y sorprendió con un bertso que improvisó para la ocasión, agradeciendo el apoyo de la afición. Optó por un zortziko txikia. Son ocho versos escalonados de siete y seis sílabas cada uno, en el que riman las dos últimas sílabas de los pares.

Ezin pasatzen utzi

holako aukera,

momentu zailenetan

egin dugu aurrera,

eskertzekoa izan da

beti zuen jarrera,

lehen mailakoak gara

zuekin batera,

larai laralai laralai,

zuekin batera.

(No podíamos dejar pasar

esta oportunidad, en los momentos difíciles

hemos salido adelante,

ha sido de agradecer

siempre vuestra actitud,

somos de Primera División

junto a vosotros,

larai laralai laralai,

junto a vosotros)

Las jugadoras de Osasuna, en la plaza. Como miles de aficionados rojillos, varias de las futbolistas de Osasuna acudieron a la plaza del Ayuntamiento y no quisieron perderse la fiesta del primer equipo. Allí estuvieron la capitana, Mai Garde, y jugadoras como Maider Irisarri, en su sexto mes de embarazo, o Josune Urdániz. Los familiares no se lo pierden. Parejas, padres, hijos y familiares cercanos de los jugadores siguieron la fiesta en el balcón superior y en la zona más próxima del Ayuntamiento.

"Todos sabemos lo que nos ha costado llegar hasta aquí y por ello vamos a disfrutar de esta temporada"

Roberto Torres

Jugador de Osasuna