Pamplona - El pasado fin de semana fue redondo para David Arriazu Antón, ablitense de 20 años y seguidor de Osasuna. Viajó a Madrid con su novia, Sara Usechi París, consiguieron entradas para el partido que disputó y ganó el conjunto navarro en Butarque contra el Leganés (0-1), pudieron situarse en la misma grada donde se ubicó el grueso de la hinchada rojilla y, como colofón, se llevó a casa la camiseta del autor del único gol del partido, Chimy Ávila. “Cuando terminó el partido vi que los jugadores venían hacia nuestra zona, así que bajé todo lo que pude, me subí al respaldo de un asiento para que me vieran y, como sobresalía un poco más que el resto, tuve facilidad para agarrar la camiseta”, relata.

“Cuando la cogí, estaba temblando de la emoción”, confiesa. Cuestionado sobre qué hará con la camiseta, responde rápido: “La enmarcaré”. “Es de la talla S y tendría que adelgazar para que me valiera”, se apresura a añadir con sorna, aunque revela que también se le pasó otra idea por la cabeza: “También estaba la posibilidad de sacarla a subasta o venderla por Internet, pero me la voy a quedar de recuerdo”.

“A pesar de que el Leganés estuvo casi todo el rato en nuestro área, fue el debut soñado”, analiza David Arriazu, que también se acuerda de las alegrías que dio el VAR a la afición rojilla: “Celebramos cuatro goles: el que marcó Osasuna y los tres que le anularon al Leganés. Cada vez que nos marcaban, esperábamos al VAR. Nos quedábamos un poco callados y, cuando se anulaban, a saltar”.

También contra el Eibar A David le hizo una tremenda ilusión quedarse con la camiseta de Chimy Ávila porque, a su juicio, “es de los mejores fichajes de Osasuna, que ha hecho un gasto acorde a su presupuesto”. Además, después de la gratificante experiencia del sábado en Butarque, el sábado tiene previsto acudir a El Sadar para ver el choque contra el Eibar. “No soy socio, pero como juego en el Ablitense, en el club tienen un abono que lo puedes solicitar y, como estaba libre, ya tengo las entradas. Va a ser un partido especial porque el ambiente de El Sadar siempre es distinto. Además, va a estar la grada nueva, así que la veremos, aunque a nosotros no nos afecta porque estamos en una esquina de Graderío Sur, justo al lado contrario de donde está Indar Gorri”, explica.

Aunque no suele desplazarse asiduamente para animar a Osasuna, tras la buena experiencia del sábado anuncia que “voy a tener que viajar más a menudo con el equipo” y avisa de que el choque contra el Eibar “va a ser difícil, aunque el equipo se crece en El Sadar”. A la pregunta de si firmaría un 1-0 con otro gol de Chimy Ávila, responde sin dudar: “Con los ojos cerrados”.

Delantero del Ablitense A este joven de 20 años, natural de Ablitas y operario en una fábrica en Tudela, le salió casi todo bien el pasado fin de semana. Durmió en el piso en el que se aloja su novia durante el año, ya que la tudelana Sara Usechi está estudiando en Madrid. Donde no tuvo tanta fortuna fue con su equipo, el Ablitense, que el curso pasado descendió de Autonómica a Preferente. “A ver si esta temporada nos va un poco mejor”, desea. Se define a sí mismo “como un delantero que puede jugar de extremo”. Salvando las distancias, casi como Chimy Ávila, al que tal vez no se parezca como futbolista, pera al que Osasuna le debe sus tres primeros puntos; y David Arriazu, su camiseta. Un tesoro.