A menos de una hora de que cerrase el mercado de fichajes de verano, Osasuna anunció, en forma de cesión, la contratación del delantero croata Ante Budimir, procedente del Mallorca, en una operación que se cocinó a mitad de la tarde y que finalizó antes de la media noche.

En el contrato de cesión del ariete figura una cláusula por la cuál Osasuna deberá abonar 8 millones de euros al Mallorca en caso de que quisiera seguir contando con los servicios de un Budimir que anotó 13 goles la pasada campaña en Primera División y que se incorporará a la plantilla rojilla en los próximos días. En caso de ejecutarse dicha cláusula, el Mallorca, club de procedencia del espigado delantero, se guardaría el 25% de una futura venta, misma variable que la que impone Osasuna en el acuerdo de cesión de Marc Cardona.

Con la llegada de Budimir los planes de la dirección deportiva de Osasuna para este extraño mercado de fichajes estival se han cumplido. Ya adelantó Braulio en la segunda quincena del pasado mes de julio que la planificación del club de cara a esta temporada pasaba por mantener el bloque y realizar cuatro o cinco incorporaciones -alguna de ellas obligada, como era la difícil tarea de reformar el lateral izquierdo, que se quedó huérfano una vez concluyó la pasada temporada-.

Así las cosas, la dirección deportiva de la entidad rojilla, con Braulio a la cabeza, comenzó a trabajar en la confección de la plantilla de la mano del cuerpo técnico y, varias semanas después, ha cumplido su palabra.

Cabe recordar que este mercado de fichajes se ha visto fuertemente afectado por la pandemia, y esto ha provocado que clubes de la talla de Osasuna hayan empleado menos esfuerzos económicos que en ventanas anteriores. En el caso del club rojillo, la cantidad económica desembolsada en este mercado estival ha sido ligeramente superior a la mitad de la que se utilizó la pasada campaña.

Osasuna abonó casi cinco millones de euros (4.750.000) por hacerse con los servicios de Lucas Torró (2.000.000) y de Juan Cruz (2.750.000), mientras que las llegadas en forma de cesión de Jony y de Calleri han sido sin coste añadido por el traspaso, pues es Osasuna quien se hace cargo de sus fichas.

A esta inversión realizada por parte de la entidad rojilla hay que añadir otros 2.250.000 euros al haberse cumplido una serie de variables establecidas en los contratos de cesión de Enric Gallego y Raúl Navas. En el caso del delantero catalán, Osasuna estaba obligado a desembolsar 2 millones de euros al Getafe, mientras que por el central andaluz, la entidad rojilla ha abonado 250.000 euros.

Por último, Rubén Martínez, Facundo Roncaglia y Adrián López aceptaron la propuesta, a la baja, para renovar sus respectivos contratos por una temporada más.

Por otro lado, el mercado de fichajes le ha reportado al club rojillo una cantidad cercana a los cuatro millones de euros entre ventas y derechos de formación -Estupiñán-, que podría verse incrementada en función de las variables acordadas en cada caso.

El de Luis Perea ha sido el traspaso por el que Osasuna ha obtenido mayor rédito económico. El buen papel del madrileño en el Alcorcón le sirvió para que el Leganés pagase 3 millones de euros por el jugador en una operación en la que la entidad navarra se guardó un 15% de una hipotética futura venta.

Algo menos de medio millón de euros dejó en las arcas rojillas la venta de Juan Villar al Almería (450.000) y, una cifra parecida (400.000), la cantidad que Osasuna recibió en base a los derechos de formación de Pervis Estupiñán una vez se oficializó el traspaso del ecuatoriano al Villarreal. Cabe añadir, que en el caso de Villar, Osasuna podría percibir 350.000 euros más en caso de variables.

En caso de que el Leganés ascienda a Primera División, la entidad navarra también percibiría 2 millones de euros al cumplirse una cláusula del acuerdo de cesión de Rober Ibáñez, mientras que Iván Barbero y Jaume Grau salieron cedidos al Alcorcón y al Tondela portugués, respectivamente, mientras que Antonio Otegui se marchó a préstamo, al Badajoz, por dos temporadas, pudiendo ser repescado al término de la presente.

Por su parte, Fran Mérida finalizó contrato con Osasuna y se marchó libre al Espanyol, mientras que Toni Lato, José Arnáiz y Pervis Estupiñán concluyeron su préstamo y también abandonaron la entidad rojilla regresando a sus clubes de origen.