Youssef En-Nesyri fue el delantero que liquidó las opciones de Osasuna en el partido de Liga de la temporada pasada cuando, en el tiempo de descuento -corría el minuto 93- marcó el gol de la victoria del Sevilla. El equipo rojillo disputó en el Sánchez Pizjuán el 1 de marzo su última salida con público en las gradas porque, después de jugar en casa con el Espanyol en la siguiente jornada, la pandemia empezó a meterse por todos los rincones de la vida y mandó la aficionado para su domicilio, y todavía no ha vuelto.

El espigado atacante marroquí -1,88 de altura- le hizo dos goles a Osasuna en el último encuentro por allí -marcó cuatro en los 19 encuentros de Liga que disputó- y viene con vitola de salvador tras el partido de Champions del miércoles pasado frente al Krasnodar, donde fue también bigoleador.

En-Nesyri es un futbolista con futuro, ya que acaba de cumplir 23 años -en el mes de junio- y en consecuencia se le supone capacidad para la evolución. Formado en las categorías inferiores del Málaga -llegó al juvenil hace cinco años-, debutó en el conjunto andaluz con 19 años y en dos campañas en la máxima categoría sumó 38 encuentros.

Estuvo temporada y media en el Leganés porque en el mercado de invierno pasado, el Sevilla fue uno de los que pescó en el conjunto madrileño pese a estar en la zona baja de la clasifcación -el Barcelona, por ejemplo, se llevó a Braithwait-. Lo que pasa es que En-Nesyri le costó a Monchi 20 millones de euros y que la irregularidad de sus actuaciones, capaz de lo mejor y de lo peor en la misma acción, no acaba de convencer del todo en un equipo con futbolistas de primer nivel.

De todos modos, sus goles al Krasnodar y su carácter decisivo en el encuentro también han sido sumados en forma de millones. La victoria ante el conjunto ruso supuso el ingreso de 2,7 millones de euros por el triunfo y el pase virtual a los octavos tras encarrilar la clasificación también va a suponer el ingreso de 9,5 millones de euros.