Calleri y Budimir le han echado leña al fuego. Dos delanteros que juegan juntos, que hacen gol en el mismo partido, que también van sumando números interesantes en sus estadísticas como realizadores, destapan un debate jugoso acerca de la conveniencia de contar de forma habitual con sus servicios en la alineación porque, al fin y al cabo, dice la teoría, siempre debería haber sitio para los buenos jugadores aunque, a su modo y en su perfil, compartan papel.

Frente al Eibar, Osasuna lució un poderío aéreo incontestable en el que, aunque tuvo que ver el numeroso batallón de tipos espigados que alineó Arrasate, protagonismo especial e indudable fue para los dos delanteros, a la postre, los hombres clave del partido por sus aportaciones en forma de goles.

Jonathan Calleri anotó su quinto gol con Osasuna, el cuarto en la Liga, y Budimir lleva seis, cinco en el torneo regular. Con media temporada por delante, más o menos, los dos delanteros del conjunto navarro van camino de redondear un campeonato con cifras goleadoras importantes, cosa que no va a hacer sino incrementar su cotización, de por sí elevada.

Calleri, cedido por el CD Maldonado de Uruguay, es en estos momentos un objetivo imposible, fuera de las posibilidades de Osasuna. El futbolista argentino tiene actualmente una cláusula de rescisión de 20 millones de euros. El Maldonado pagó en su momento 12 millones a Boca Juniors por hacerse con sus servicios y Calleri, que nunca ha jugado en el equipo charrúa, ha ido completando cesiones -a una por temporada- por equipos como Sao Paulo (2016), West Ham (2016-17), Las Palmas (2017-18), Alavés (2018-19), Espanyol (2019-20) y ahora Osasuna (2020-21). Al club urugayo propietario de los derechos del atacante, una buena temporada en el conjunto navarro le puede suponer la transacción definitiva en cuanto a volumen de traspaso.

Sobre la situación de Budimir, Osasuna tiene más control, posibilidades de decisión e incluso un precio para su fichaje asumible. El delantero croata también se encuentra en situación de cedido, por el Mallorca -270.000 euros es el coste de la cesión-, pero el club dispone de una opción de compra a final de temporada por ocho millones de euros. Budimir marcó la pasada temporada con el Mallorca 13 goles y su llegada a Osasuna ha coincidido con su inclusión en los planes de la selección croata. El club ya sabe lo que cuesta una más que interesante apuesta para una próxima plantilla.